Ayer se estrenó en Córdoba una película documental, 'Parias de la tierra', sobre el aniversario del Partido Comunista de España (PCE) en España, que cumple 100 años pero mirando al futuro. ¿Queda PCE para rato? 

Indudablemente. Habrá PCE mientras haya una sola persona explotada en España. El PCE aspira a una sociedad de iguales, donde todo el mundo tenga sus necesidades cubiertas y los derechos humanos garantizados. Hoy el modelo económico capitalista no lo permite y por ello trabajamos por una sociedad socialista. El desarrollo capitalista es incompatible con la preservación de los ecosistemas, es decir, incompatible con la vida. El PCE es un partido de futuro, que defiende la vida.  

¿Qué ha ocurrido en España para se vuelva a utilizar --otra vez-- «comunista» como un descalificativo?  

Dos cosas que están relacionadas. La primera es que nos hemos sentado en el Consejo de Ministros y eso colisiona con el sentimiento patrimonialista que la derecha tiene de los poderes del estado, creen que les pertenecen. Estamos gobernando para que, por fin, en este país se hagan políticas que beneficien a los trabajadores y garanticen sus derechos, cuando la dinámica hasta ahora ha sido recortes de lo público y de derechos, políticas neoliberales que han ido destruyendo el estado social. También hemos venido a devolver las libertades democráticas que ya arrancamos a la derecha cuando al acabar la dictadura trajimos la de democracia, y que cuando han gobernado las derechas han vuelto a cercenar. El otro elemento es que la ultraderecha falangista ha vuelto y, como siempre utilizan las mentiras, la violencia y los insultos para defender los privilegios de los poderosos. Quieren acabar con uno de los principales bastiones de defensa de la democracia y de la gente trabajadora de España, el PCE, tres veces ilegalizado en el último siglo, siempre por defender la democracia frente al autoritarismo de la derecha. En el franquismo se dedicaban a dibujarnos con cuernos y rabo. Ahora que ya no somos clandestinos y todo el mundo puede vernos, dedican a insultar, acosar e inventar mentiras. 

La ultraderecha falangista ha vuelto y, como siempre utilizan las mentiras, la violencia y los insultos para defender los privilegios de los poderosos

¿Qué lectura hace de las elecciones en Castilla y León? 

No hemos obtenido buenos resultado, hemos retrocedido electoralmente a pesar del esfuerzo de los activistas y simpatizantes de Unidas Podemos. Castilla y León siempre ha sido una tierra con un fuerte predominio de ideas conservadoras, pero precisamente por ello está soportando graves problemas en este mundo globalizado que las fuerzas conservadoras no tiene interés en solucionar. Me refiero a la pérdida de población, el cierre de los servicios públicos, la falta de empleo y de proyectos de transición industrial o energética, de modernización en definitiva. Nuestra obligación es poner en marcha un proceso capaz de mostrar a esa región que tenemos propuestas serias y respuestas eficaces a sus problemas, una visión de comunidad capaz de entusiasmar a las personas trabajadoras. Aprovecho estar en Córdoba para poner en valor el trabajo de una organización como la mía, con fuerte arraigo en el territorio, imbricada en la sociedad y con un proyecto de progreso y mejora de las condiciones de vida que ha sabido explicar y que por ello es acogido históricamente con cariño entre los andaluces, y especialmente por los cordobeses y cordobesas. Creo, y debo señalarlo en Córdoba, que lo más importante que tenemos para cambiar la vida de las personas es nuestra organización. En el campo cordobés saben que para cosechar primero hay que labrar, luego echar la simiente y regar y, al final, recoger los frutos. Invertir el orden o saltarse pasos no es una opción. 

El secretario general del PCE y secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago, en Córdoba. MANUEL MURILLO

¿Deben coadyuvar las fuerzas de izquierdas a hacer un cordón sanitario a Vox facilitando la investidura del PP? 

Esto es un debate falso. El PP no es la CDU alemana que renegó del nazismo. El PP es una derecha que aún no ha condenado el franquismo, una derecha cercana a Vox, que se apoya en Vox para gobernar en Madrid, en Murcia, en Andalucía y en innumerables pueblos y ciudades. Este debate es un hueso que nos tiran para que debatamos en la izquierda lo que debe resolver el PP. La izquierda no tiene que discutir sobre si blanquear al PP o no cuando el discurso de Ayuso es claro: «Prefiero gobernar con Vox, que es de los míos». Pedro Sánchez tiene muy claro que el PP va a gobernar con Vox en Castilla y León. A veces el PSOE cae en el error de creer que es posible alcanzar acuerdos con la extremista derecha española –ya vimos lo peligroso que fue creer que era posible una mayoría alternativa a la de las fuerzas democráticas y de izquierda para sacar adelante la reforma laboral- o tiene arrebatos de moderación para atraer a votantes de derechas sin darse cuenta de que esto beneficia a la ultraderecha. La batalla contra la ultraderecha no puede circunscribirse al ámbito institucional, debe ser una cuestión de país, una alianza democrática que debe alcanzar a todas las expresiones de la sociedad, a todas las instituciones, como la justicia o la universidad, también el periodismo o la cultura, la política por supuesto, el deporte, el mundo del trabajo… Pensar que la ultraderecha se puede frenar solamente con cordones institucionales es de una simplicidad preocupante. U organizamos la batalla cultural o acaban con nosotros, los demócratas, y con la democracia. Por tanto, hablar de cordón sanitario sin batalla cultural es torpe y demasiado inocente.  

Pensar que la ultraderecha se puede frenar solamente con cordones institucionales es de una simplicidad preocupante

Ha dicho que la confluencia de IU y Podemos bajo el sello de Unidas Podemos es irreversible. ¿Es compatible esa idea con «la plataforma amplia» de Yolanda Díaz?

La confluencia es irreversible en el sentido en que hemos construido una unidad entre distintas personas y fuerzas políticas que ya es irreversible para todas ellas, empeñadas ahora en sumar más expresiones a ese proceso de construcción colectiva. Para ampliar y mejorar una casa, lo inteligente y eficaz no es romperla e iniciar la construcción desde cero. En Andalucía, hay un importante trabajo de construcción de un proyecto conjunto entre IU y Podemos, que debe ser ampliado y mejorado. 

Como dice Yolanda Díaz, ahora toca escuchar a la gente y plantear un debate ilusionante que nos permita que muchas personas, vinculada o no a la política, se sumen al trabajo que tenemos que hacer para mejorar nuestro país, para hacer que progrese y avance Andalucía. Necesitamos una nueva forma de entender la participación política y social que haga posible vincular a un proyecto ilusionante a tanta gente que no forman parte de los partidos políticos.

El secretario general del PCE y secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago, en Córdoba. MANUEL MURILLO

Esa fue la esencia del proyecto de Izquierda Unida pensó e impulsó Julio Anguita, la base del encuentro en Unidas Podemos y el ejemplo a seguir en la construcción del nuevo espacio, más amplio y colectivo, donde nadie sobra, -ni personas, ni colectivos, ni organizaciones-, y donde faltan muchas gentes. En todos los procesos de construcción colectiva que ha habido en la izquierda española desde hace 100 años, ha estado el PCE como pieza clave y facilitadora. Yo aspiro, como secretario general del PCE, a que sigamos siendo el pegamento del nuevo espacio político que una a las gentes trabajadoras de este país, siempre anteponiendo los intereses de nuestro pueblo a los particulares de nuestro partido. 

¿Cree que las autonómicas andaluzas serían el escenario idóneo para estrenar esa plataforma?

Andalucía será la próxima cita electoral, no porque vaya a haber adelanto electoral después de lo ocurrido en Castilla y León, sino porque es el calendario electoral previsto. Me consta que los coordinadores de Izquierda Unida y Podemos en Andalucía, Toni Valero y Martina Velarde, están con la maquinaria preparada y en contacto con las direcciones federales y dispuestos a impulsar el proyecto que ojalá lidere Yolanda Díaz. Andalucía será un examen importante. Aquí existe un gobierno de derechas que con las manos aplaude a los sanitarios y con los pies patea a 8.000 profesionales del sistema público. Lo mismo va a Glasgow a darse golpes de pecho por el ecologismo que en la misma semana aprueba una Ley del Suelo que devuelve a Andalucía a lo peor del ladrillazo, o plantean una amnistía de regadíos, que además de ilegales son incompatibles con la conservación del Parque Nacional de Doñana. Creo que la irresponsable y perjudicial gestión de la derecha en Andalucía obliga a que Unidas Podemos redoble sus esfuerzos para conseguir un gobierno autonómico de izquierdas. 

Se reunirá mañana con los alcaldes de IU en Córdoba, ¿cuál es el motivo del encuentro?

Izquierda Unida tenemos unos alcaldes que no paran de trabajar y que son conscientes de la importancia que tienen los fondos europeos de reconstrucción para el futuro de nuestros pueblos y ciudades, especialmente en el mundo rural. Están en lo que hay que estar, que es sacar a este país de la pandemia y convertir esta desgracia en una oportunidad para la reconstrucción integral y la modernización de Andalucía. Nuestra presencia en el Gobierno de España va a posibilitar impulsar un plan estratégico (Perte) de Agroindustria, un gran proyecto financiado con fondos europeos para desarrollar y modernizar la producción agroalimentaria y adaptarla a procesos respetuosos con el desarrollo sostenible. Sacar adelante este PERTE forma parte de nuestros compromisos ante Naciones Unidas. En mi calidad de Secretario general del PCE quiero escuchar a los alcaldes, muchos de ellos comunistas, llevarme ideas y demandas para trasladarlas al Gobierno de España. La mejor escuela que tenemos quienes nos ha tocado asumir responsabilidades en el Gobierno de España, son nuestros alcaldes y alcaldesas.  

Como secretario de estado para la agenda 2030, ¿cómo va la implantación de un documento en el ámbito local y cómo está contribuyendo el Gobierno a su implantación?

En España lo que tenemos aprobado por el Consejo de Ministros es la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030, que es participada por todas las administraciones y que es la traducción de la Agenda 2030 a la realidad de nuestro país. Esta Estrategia es la que nos implica a todos y tengo que decir que las entidades locales están trabajando en clave de Agenda 2030 mucho mejor que el resto de instituciones. En España, y gracias a la FEMP, contamos con la Red de Entidades Locales para la Agenda 2030 compuesta por 375 municipios que representan a 25 millones de personas. Siete son cordobeses: Alcaracejos, Añora, Carcabuey, Fuente Palmera, Lucena, Montilla y Villanueva de Córdoba, más la Diputación Provincial, a quienes tengo que agradecerles el trabajo de localización de objetivos de desarrollo sostenible que están haciendo. La Secretaría de Estado para la Agenda 2030 estamos apoyando este trabajo con recursos económicos y colaboración política, convencidos además de que el próximo Informe de Progreso de España y en el examen de Alto Nivel ante Naciones Unidas será un éxito gracias a los alcaldes y alcaldesas que han asumido la Agenda 2030 como hoja de ruta de gobierno. Durante este año 2022, ya os puedo anunciar que el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 pondrá en marcha distintos programas para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores temporeros del campo andaluz y que lo haremos de la mano de los ayuntamientos.