Una "esperanza clara" de curación, aunque sea larga, junto con pañuelos Challenge -que llevaban puestos profesionales sanitarios, pacientes y familiares- han sido los protagonistas del acto del hospital Reina Sofía en la mañana de este martes para dar visibilidad al Día Internacional del Cáncer Infantil, 15 de febrero, y conmemorar todo el trabajo, ilusión y superación que hay tras el diagnóstico.

Con palabras como "terrible" o "un tremendo palo", ha calificado la hematóloga de la Unidad de Oncohematología Pediátrica, Antonia Rodríguez, el dar el diagnóstico a una familia de que su niño tiene leucemia, pero sí "a la vez le decimos que tiene entre un 80 o un 90% de probabilidades de curación, aunque esta sea larga y el dolor sea mucho, les estamos dando una esperanza clara".

De "atención incomparable". ha definido la delegada de Salud de la Junta de Andalucía en Córdoba, María Jesús Botella, la que da el hospital Reina Sofía a los pacientes oncológicos infantiles con un porcentaje muy alto de supervivencia, que roza el 92%, con entre 1.500 y 2.000 consultas atendidas a lo largo del año pasado. También ha considerado que "aquí somos unos privilegiados" respecto a la asistencia sanitaria oncológica pediátrica, puesto que "todos los niños del mundo debían tener derecho a un diagnóstico precoz y a su posterior tratamiento".

Con un pañuelo Challenge, en apoyo a todos los niños con cáncer, una iniciativa con la que el hospital se suma al #pañueloChallenge, reto impulsado por la Fundación Aladina, Botella también ha querido destacar el "trabajo inmenso" que realiza el equipo de profesionales del Reina Sofía todos los días con estos pacientes. La directora del centro sanitario, Valle García, también ha alabado la labor de todos los profesionales de la Unidad de Oncohematología Pediátrica, que "se encuentra a la vanguardia de la investigación", y al voluntariado como psicólogos, AECC y Fundación Aladina que "permiten una atención integral" y "acompañar a los familiares y a los niños en momentos tan difíciles". Valle García ha recordado que se continúa avanzando en el plan de humanización del hospital Materno-Infantil para hacerlo más "humano, cercano y afable" con la puesta en marcha de una sala infantil, otra para adolescentes y muy pronto empezará a funcionar un cine en el centro sanitario.

Además de los pañuelos que han llevado todos los participantes en el acto, también han portado una pancarta especial, elaborada específicamente por pacientes pediátricos durante la semana pasada. Los niños hospitalizados recibirán también este martes el regalo del libro Ricitos de oro pierde el pelo…y en el mundo de los cuentos se arma un gran revuelo, de María Araceli Lloret, un cuento infantil ilustrado por Carmen Larios que incluye banda sonora original con canciones y actividades. Por último, el servicio de Alimentación y Cocina ha elaborado un postre especial y una tarjeta especificando la celebración de este día. Todas estas actividades han sido coordinadas por la Unidad de Actividades Motivacionales del centro sanitario con el propósito de "humanizar el hospital", según ha explicado la coordinadora de la unidad, Ana Calvo.

El hospital acaba siendo "su segunda vivienda"

Pese a la dureza del diagnóstico, del tratamiento y del tiempo que tienen que estar hospitalizados "con el tiempo los niños se adaptan y el hospital acaba siendo su segunda vivienda con amigos diferentes", ha afirmado la doctora Antonia Rodríguez, quien ha destacado como "imprescindible la labor" de todo el equipo que atiende a estos pacientes desde el médico, personal de enfermería, celadores, psicólogo, de nueva incorporación, profesores y voluntarios.

Tras 18 años de funcionamiento de la Unidad de Oncohematología Pediátrica, muchos de los pacientes se han convertido en adultos jóvenes y verlos ahora supone "un momento de emoción muy intenso, porque son nuestros niños", ha comentado la coordinadora de Oncología Pediátrica del Reina Sofía, Elena Mateos.