La supervivencia general a los diferentes tipos de cáncer infantil ha subido del 80% al 92% en Córdoba a lo largo de los 18 años que lleva funcionando la unidad de Oncohematología Pediátrica del hospital Reina Sofía, señala la coordinadora de Oncología Pediátrica, Elena Mateos. Con motivo de la celebración mañana del Día Internacional del Niño con Cáncer, Mateos señala que el porcentaje de niños que se recupera de las distintas clases de cáncer ronda de forma general el 80% en países desarrollados, pero en el caso concreto del Reina Sofía la supervivencia alcanza en estos momentos el 92%, algo más de 10 puntos por encima.

Un logro «muy gratificante, recalca, «que es fruto del esfuerzo de todos los profesionales que nos dedicamos a esta especialidad y que se traduce en que nuestros pacientes puedan convertirse en adultos». Para esta doctora, estos resultados animan, además, a todo este equipo a seguir investigando para que los pacientes pediátricos sufran el menor número de secuelas posibles como consecuencia de la enfermedad. Entre las secuelas más habituales están el déficit auditivo, afectación del equilibrio, problemas hormonales, osteopenia (densidad ósea anormal) o problemas de aprendizaje y de memoria.

El cáncer en niños representa el 1% del total de casos que se diagnostican en todas las edades. Cada año el Reina Sofía detecta entre 45 y 50 casos, una cifra que se mantiene estable desde hace tiempo, a pesar del incremento progresivo de afectados por patologías oncológicas en la edad adulta.

Elena Mateos precisa que las neoplasias más frecuentes son las hematológicas, seguidas de las que afectan al sistema nervioso central. La unidad que coordina esta doctora atiende alrededor de 1.500 a 2.000 consultas anuales, entre nuevos pacientes y revisiones, lo que engloba la atención en consulta, la unidad de tratamiento ambulatoria y los ingresos. Mateos asegura que la pandemia del coronavirus no ha afectado a su especialidad, al tratarse de patologías que requieren de una asistencia que no se puede demorar.

Para el abordaje de estas patologías en el hospital se cuenta con oncólogos pediátricos, hematólogos, enfermeros, TCAE, entre otros profesionales, más el apoyo psicológico y de voluntariado de la AECC y Fundación Aladina. El Reina Sofía oferta varios tratamientos, entre los que se incluyen la radioterapia de intensidad modulada, los tratamientos de quimioterapia habituales y otros más específicos dirigidos a dianas terapéuticas. «Los niños diagnosticados en Córdoba de un tumor pueden ser tratados de forma completa en el Reina Sofía con la garantía de que ponemos a su disposición todos los medios necesarios para su curación, como lo demuestran las altas tasas de supervivencia de nuestra unidad», destaca Elena Mateos.

Los profesionales centrados en el cáncer infantil en el Reina Sofía trabajan en varios ensayos internacionales sobre meduloblastomas, neuroblastomas, nefroblastomas, histiocitosis, tumores hepáticos infantiles (hepatoblastomas y hepatocarcinomas), proyectos todos encaminados a mejorar las tasas de supervivencia en aquellas neoplasias con margen de mejora en las tasas de curación, intensificando la terapia o incluyendo terapias dirigidas. Mateos precisa que, en el caso de los tumores con altas tasas de curación, se investiga en disminuir la intensidad del tratamiento para evitar o intentar minimizar algunas de las secuelas a largo plazo.

Ensayos del Imibic

En estos ensayos participa el Reina Sofía junto al Imibic (que contribuye a su gestión), en colaboración con otros hospitales españoles y, a nivel internacional, con centros europeos y americanos. El diagnóstico del cáncer no entiende de edad y en el Reina Sofía el paciente más pequeño al que se le detectado por el momento una enfermedad oncológica fue un recién nacido que presentaba un neuroblastoma metastásico, que se le detectó intraútero (cuando estaba aún dentro de su madre). Diez años después de afrontar aquel cáncer el pequeño goza de buena salud.