La Virgen de Araceli ha realizado este domingo una histórica procesión por las calles de la capital cordobesa. El cortejo partió de la parroquia de San Francisco y San Eulogio a las nueve menos veinte de la mañana. La popular imagen lució radiante dejando ver a la luz de la mañana su reciente restauración llevada a cabo en los últimos cuatro meses por los talleres cordobeses de Regespa. Un brillante trabajo que preserva la conservación de esta importante devoción de la provincia.
La Virgen procesionó en el trono de romería sin templete portado por su cuadrilla de santeros y exornado con flores de distintas variedades tanto en friso como en jarras en las esquinas delanteras, mientras que seis candelabros iluminaban la inconfundible silueta de la patrona de Lucena que poco a poco se adentraba en calles como Maese Luis, Armas o la plaza del Potro buscando la Catedral.
La procesión contó con el acompañamiento musical de la Sociedad Didáctico Musical de Lucena una música que cesó a la altura de la calle Cardenal González donde el cortejo comenzó el rezo del santo rosario. De nuevo la música y sobre todo mucho calor popular ya que cientos de lucentinos acompañaron a su patrona en esta inédita procesión hasta la Catedral.
Misa de acción de gracias
Una vez en el primer templo de la diócesis dio comienzo la eucaristía de acción de gracias por su restauración presidida por el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández, quien en su homilía resaltó que la Virgen es "la madre de la Iglesia, la madre de cada uno de nosotros", el prelado señaló que "Ella es nuestro espejo", y siempre será como lo ha sido durante "siglos y siglos, generación tras generación el amparo ante las dificultades". En la parte musical ha intervenido la Coral Lucentina que ha interpretado la Misa del Campo Andaluz, del compositor lucentino Antonio Villa Álvarez de Sotomayor.
Un sonoro aplauso y varios vivas a la Virgen de Araceli han puesto el punto final a esta histórica procesión y eucaristía de la patrona de Lucena en la capital cordobesa.
