El primer día en el que en Córdoba ya no ha sido obligatorio el uso de la mascarilla en los recreos ni en las clases de Educación Física al aire libre se ha visto a muchos niños sin dicha protección y también a profesores y otros profesionales de la enseñanza. Sin embargo, casi por igual, otros muchos escolares han preferido no quitarse la mascarilla, sino a lo mejor bajársela en el caso de tomarse el bocadillo y luego volvérsela a poner si no se cumplía la distancia interpersonal. La entrada en vigor de este real decreto coincide en un momento de descenso de la incidencia del covid en Córdoba, después del gran número de positivos que hubo entre mediados de diciembre y en enero. 

Los contagios registrados en los últimos 14 días entre niños y adolescentes de 0 a 19 años en Córdoba han sido 1.235, de los que 528 en el grupo de 12 a 19 años y 707 de 0 a 11 años. Sin embargo, hace dos semanas había justo el doble de positivos, ya que se contabilizaron 2.729. El descenso en las infecciones coincide con un mayor número de niños vacunados, pues el 61,6% de los que tienen de 5 a 11 años, 32.553, tiene puesta una dosis y un 9,6%, las dos. En la franja de 12 a 19 años los que tienen la primera dosis a este viernes son el 94,1%, 63.386 en total. Además, la práctica totalidad del profesorado tiene puesta la tercera dosis.

En el colegio La Piedad algunos de sus alumnos han optado hoy por quitarse la mascarilla en la hora del recreo y también se ha observado, como viene siendo una constante durante todo el curso, el estricto cumplimiento del uso del tapabocas en todas las zonas interiores y también al entrar los alumnos al centro por la mañana. 

Igualmente, en el colegio Eduardo Lucena, su directora, María Ángeles Quero Muñoz, ha señalado que este viernes los alumnos del centro han entrado todos con sus mascarillas puestas y que en estos dos últimos días se han celebrado reuniones y recibido las instrucciones por parte de la Junta de Andalucía para informar de los cambios sobre esta protección.

En la zona de comedor, los niños entran con la mascarilla, se la quitan para comer, pero luego se la tienen que poner hasta que acceden al patio que es donde ya los recogen sus padres. «A mí no me ha sorprendido que los niños llegaran hoy al colegio con su mascarilla puesta desde casa, porque están siendo muy cumplidores. En el colegio no se le va a decir a ningún alumno que se ponga o se quite la mascarilla en el recreo, porque tiene opción de estar sin ella o de dejársela», apuntó la directora del Eduardo Lucena. 

Hacia la normalidad

María Ángeles Quero Muñoz ha expuesto que «esperamos notar pronto que todo se vaya normalizando, ya que muchos niños tienen la primera dosis y cada vez más la segunda».

Por su parte, la directora del colegio Turruñuelos, María Dolores Jaén Aguilera, indicó que este cambio en el uso de las mascarillas llega afortunadamente cuando ahora está ya habiendo algo menos de contagios, pues los meses de diciembre y, sobre todo, enero, ha habido muchos. Esta directora recalcó que el profesorado está siempre pendiente de que si algún niño por lo que sea se despista y no tiene bien puesta la mascarilla pues se le indica y también para que guarden la distancia de seguridad.

«Los niños se han adaptado muy bien a la mascarilla y seguro que ahora van a saber distinguir dónde pueden quitársela y dónde no», añade Jaén. En el colegio Turruñuelos coincidió que durante el recreo se ha celebrado un campeonato de ajedrez, actividad que se está desarrollando durante un mes.