Partido Popular y Ciudadanos tienen previsto aprobar este jueves 3 de febrero en una junta de gobierno local extraordinaria el anteproyecto de presupuestos municipales para el año 2020. Las cuentas nacen con dos espadas de Damocles sobre ellas: en primer lugar, la tardanza para que puedan entrar en vigor --ahora se inicia un largo trámite que puede concluir en el mes de abril o mayo, ya que tienen que pasar dos veces por el Pleno--; y por otro lado, la dificultad del gobierno local para gastar el dinero que se dibuja en las cuentas y que se traduce en una baja ejecución presupuestaria. En realidad, el segundo problema es, en parte, consecuencia del primero y ambos constituyen un círculo vicioso del que parece difícil escapar: si el presupuesto se aprueba tarde, hay menos meses para gastar sus partidas.

El año pasado, el primer borrador del presupuesto lo presentaron PP y Cs el 1 de febrero y logró su aprobación definitiva en el Pleno del 15 de abril. Este año, las fechas serán similares. En lo que respecta a la ejecución presupuestaria, el presupuesto del 2021 se ha cerrado con un 57,21% de ejecución, de unas cuentas que rondaban los 312,6 millones. Entre transferencias corrientes e inversiones a 31 de diciembre había 160 millones sin gastar en el Ayuntamiento de Córdoba, una cifra de récord, amén de los créditos que se destinarán a la base logística del Ejército.

Algunas de las partidas que estaban en el presupuesto y han tenido una escasa ejecución estaban las destinadas al Casco Histórico, 1,7 millones para equipamiento urbano, mobiliario, o mejora de colegios, de los que solo se han gastado 50.000 euros; un plan de empleo joven, dotado con 200.000 euros ejecutado al 0%; la adquisición bibliográfica para las bibliotecas municipales era de 238.000, de los que solo se han gastado 70.000 euros; ni un euro de una partida de 100.000 euros para el comercio ambulante; de 464.000 euros en subvenciones a comercios solo se han gastado 200.000 euros; mientras que para ciudades inteligentes se habían reservado 420.000 euros pero solo se han invertido 37.000 euros.

Una asignatura pendiente

La escasa ejecución presupuestaria es el caballo de batalla del Ayuntamiento de Córdoba. En sus tres años de mandato, el actual equipo de gobierno no ha logrado elevar los porcentajes de eficacia en esta materia, pese a que cuando el PP estaba en la oposición fue la principal crítica que le hizo al gobierno de Isabel Ambrosio, su incapacidad de gastar el dinero y de invertir en la ciudad. En enero, la exalcaldesa y hoy portavoz del grupo municipal socialista les quiso devolver la pelota criticando el bajo porcentaje de gasto de recursos y el alto nivel de tesorería municipal. "En 2020 el nivel de ejecución fue del 56,4% y en 2021 sólo ha llegado al 57,2%. Es el peor dato de ejecución presupuestaria de los últimos 10 años en un momento muy difícil para los cordobeses. No nos explicamos cómo han dejado la mitad del presupuesto en el cajón", dijo la edil.

El teniente de alcalde de Hacienda y Urbanismo, Salvador Fuentes, reconoció en enero que los niveles de ejecución del presupuesto "funcionan favorablemente", pese a reconocer que "tenemos una asignatura pendiente" y es la de consolidar la maquinaria electrónica "que es defectuosa", así como la falta de personal. 

Según sus datos, en lo que se refiere a inversiones y transferencias de capital, la actividad se ha incrementado un 50%, a fecha de noviembre, sin tener en cuenta aún los 25 millones de la base militar, de forma que se ha pasado de 43 millones en el 2020 a 64,6 en el 2021. Además, insistió en que se han ejecutado 39 millones más que en el 2020, lo que supone un incremento del 13%.

En el plano político

PP y Cs cuentan en estos momentos con la abstención de Vox, que les permitirá aprobar el presupuesto. Aunque Vox ha garantizado su abstención, su tono es de bronca. Ayer mismo, la portavoz de esta formación en el Ayuntamiento de Córdoba, Paula Badanelli, afeó al gobierno local la baja ejecución presupuestaria de las cuentas del 2021 y alertó ya de la lentitud en la aprobación de las actuales. Por otro lado, no sería la primera vez, que esta formación garantiza el apoyo a las cuentas para rectificar después: ocurrió el año pasado cuando finalmente salieron con la abstención del PSOE. En esta ocasión, la principal demanda de Vox a cambio de este apoyo es la disolución del Imtur, que criticaron el resto de grupos de la oposición.