Queda poco más de una semana para que las tablas del Gran Teatro de Córdoba vuelvan a crujir con los compases del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas. El certamen vuelve, este año sí, a su casa y lo hará con menos grupos de lo habitual, pero con las ganas intactas.
Pero aterrizar en ese escenario requiere de preparación. Las agrupaciones inician los preparativos prácticamente en el verano anterior al concurso y casi la mayoría lleva ensayando desde septiembre (como mínimo). El covid, eso sí, ha truncado los planes de muchos grupos que han tenido que renunciar al concurso por varias causas. Desde la imposibilidad de ensayar dados los contagios, hasta el no disponer de un lugar seguro para hacerlo e incluso por miedo a coger el virus.
Si todo marcha según lo previsto, el 11 de febrero arrancarán las preliminares del concurso, que este año reúne a 26 agrupaciones (incluidas las infantiles y sin incluir a las de mayores ni a las callejeras). Es un número bastante inferior al que solía verse en los concurso prepandémicos, donde se superaba ampliamente el medio centenar. Lo que no pierde este año el concurso es su carácter andaluz, con grupos que vienen de distintas provincias de la comunidad autónoma. Cuando llegue ese día (o esos días, porque las preliminares abarcan tres jornadas) los grupos podrán demostrar lo ensayado en estos meses.
Meses que, todo hay que decirlo, no han sido sencillos. Lo cuenta Daniel Moriana, más conocido como Fae, y director de la chirigota de Fae y Marco, una de las fijas del carnaval cordobés. Este año serán La Banda, una chirigota cocinada entre el Campo de la Verdad y la carretera del Aeropuerto, que son los lugares donde han tenido que ensayar esta temporada. Su lugar de ensayo de siempre ha sido el bar Séneca, en el Campo de la Verdad, pero decidieron renunciar a este local por el coronavirus. La suerte, cuenta Fae, es que han tenido la posibilidad de irse a una nave a preparar el repertorio, un lugar bastante más seguro. «Estuvimos a punto de retirarnos», cuenta el chirigotero, que relata que estuvieron el mes de diciembre sin ensayar, algo que afecta a la preparación. Sin embargo, consultaron con todos los componentes, teniendo en cuenta que muchos de ellos vienen de otros municipios, y decidieron seguir adelante.
Ahora los ensayos son con mascarillas, distancia de seguridad y en medio de una nave, un lugar bastante diferente al salón de un restaurante. Aun así, el repertorio está prácticamente cerrado, con la posibilidad de incluir alguna que otra cosa de última hora. Fae reconoce que en Córdoba el arriesgar tampoco es algo que vaya a puntuar al alza y «ahí tienes dos vías», que salga muy bien o que ocurra todo lo contrario.
De momento, y durante tres días a la semana hasta que llegue el gran día (ellos actuarán en la primera preliminar, la del 11 de febrero), la chirigota de Fae y Marco pule un repertorio para intentar llegar a lo más alto del concurso. El director del grupo tiene claro, además, que la calidad del certamen no se va a medir en número de concursantes, sino en lo que se demuestre sobre las tablas, algo para lo que ellos ya están preparados.