Ya sea por su forma o talla, por su ubicación o por la idea que expresa, hay monumentos que nos sorprenden. Quizás en la curiosidad que despiertan resida parte de su valor artístico. En la Córdoba actual, que se asienta sobre una inabarcable herencia artística y arquitectónica, se esconden piezas que podríamos considerar random.

Esta expresión, tan de moda como deformada por las redes sociales, viene a expresar aleatoriedad. Intentado ser lo más fieles posibles al término original, podríamos decir que tan random fue la creación como el final del Hombre Río, por poner un ejemplo. Del Guadalquivir emergió la figura de un hombre el 18 de abril del 2006. En realidad se trataba de una escultura de corcho, anclada al fondo, que no pudo sobrevivir a una crecida un año más tarde.

Del Hombre Río no queda más rastro que el registro de su presencia en el archivo, pero sí de una serie de monumentos que hoy en día se levantan sobre algunos rincones de la ciudad. ¿Nos acompañas a verlos?

Un gigante y un niño

Si paseando por el Vial -Avenida Al-Nasir- caes en la cuenta de un imponente hombre que con una mano sujeta la mano de un niño y con otra muestra la ciudad, deberías saber que se trata de la obra Vientos de cambio. El nombre lo dice todo. Con esta representación, inaugurada en 2003, el escultor José María Serrano Carriel quiso expresar la idea del cambio en la ciudad. El adulto -presente- muestra y abre camino al niño -futuro-.

Escultura del hombre y el niño en el Vial. A. J. GONZÁLEZ

Una isla monumental

Quizás algunos no lo sepan u otros lo hayan olvidado. Pero en mitad del río Guadalquivir, pasando el Puente de San Rafael, aflora una isla que se podría definir como "monumental". No por su tamaño, sino porque en ella se alzan 12 esculturas de ocho artistas que, dirigidos por Lawrence Gundabuka, formaron parte del primer Simposio Internacional de Escultura de Córdoba en 2004. En la actualidad, resulta difícil apreciarlas por la maleza que, constantemente, brota en el islote.

Esculturas en el río Guadalquivir a su paso por Córdoba. A. J. GONZÁLEZ

De Córdoba a París y viceversa

Parte del Equipo 57 tuvo un origen y un destino común. Algunos de los artistas que lo compusieron, como Juan Serrano, José Duarte o Juan Cuenca, nacieron en Córdoba y se encontraron en el café Rond Point de París entre 1957 y 1962. Obra de este grupo de artistas es el Salam ("Paz" en árabe) que interacciona con el Parque de Miraflores desde 2003. Un monumento contemporáneo y abstracto que se asemeja a un anillo entrelazado y que cambia cambia según la perspectiva desde la que se mira.

Un pez, un poema, un poeta

Quizás parezca random toparse con la cola de un pez mientras se observa la ciudad junto a la Torre de la Calahorra. Y más si uno se acerca a sus aletas y comienza a leer un poema. Pero todo tiene un sentido. El Pez-Poesía se trata de un homenaje a Federico García Lorca esculpido por Luis Celorio e inaugurado en 2005. El poema, dedicado a Córdoba, es San Rafael, del Romancero Gitano- Y el lugar, como se contó en la inauguración, resulta el mirador desde el que Lorca observaba la ciudad.

La escultura Pez-Poesía, en homenaje a Lorca. M.A.L.

El rostro de un dios griego

Por si Córdoba no resulta suficiente multicultural, se recomienda dejar a un lado la herencia judía, cristiana e islámica y pasar por la Calleja de la Luna. Allí la mitología griega también tiene cabida. En una fuente, se descubren las facciones del dios Pan tocando la flauta. Una obra decorativa realizada por Rafael García Rueda y José Rebollo Dicenta, que fue inaugurada en 1964.