Adiós a los libros de texto convencionales, a los horarios por asignaturas y a las aulas tradicionales. La enseñanza rígidamente compartimentada desaparece y es sustituida por seminarios, talleres y proyectos, en los que el alumnado adquiere conocimientos de manera transversal. La Salle, institución educativa con 300 años de historia y 120 centros en España y Portugal, a los que asisten 80.000 alumnos, engloba estos cambios bajo el Nuevo Contexto de Aprendizaje (NCA), un modelo pedagógico propio, fruto de la reflexión y la investigación, que responde a las demandas de la sociedad de hoy.

En el colegio La Salle de Córdoba, esta metodología ya se está implantando en la etapa de Infantil y primero de Primaria, según fuentes del centro, y para el curso 2023-24 tienen intención de que se esté desarrollando en toda la etapa de educación Primaria.

Según una nota de La Salle, "NCA supone un cambio estructural y global de la cultura de la escuela. Rompe las barreras de la educación más convencional, incluidas las físicas. Desplaza el foco de la enseñanza al aprendizaje de forma experiencial con el objetivo de fomentar la motivación y la comprensión, así como la construcción del ser en su integridad. Y como otro elemento diferenciador, incluye un renovado sistema de evaluación que, junto a las habituales notas numéricas que cumplen con los criterios exigidos por cada Administración, añade una valoración de la evolución de las destrezas (científico-matemáticas, tecnológicas, humanísticas, artísticas…), potencialidades y capacidades. Un sistema integral de evaluación que ofrece una visión más global del alumnado".

NCA ya es una realidad en Educación Infantil, Primaria y primeros cursos de Secundaria y estará completamente implantado hasta la universidad en el curso 2025-2026. 

En su nuevo manejo del espacio y el tiempo, la estructura organizativa da paso a jornadas en las que tienen cabida todas las materias a través de distintas actividades. La distribución por asignaturas tradicionales deja paso a los Ámbitos de Aprendizaje.

Este innovador modelo, según informa la institución lasaliana, prescinde de los libros de texto convencionales, y los sustituye por materiales didácticos de elaboración propia, que combina con soportes audiovisuales y otros formatos. Estos materiales permiten la rápida actualización del contenido para responder al contexto presente. Los cambios alcanzan tanto a la formación del profesorado, en la que se ha invertido una media de 50 horas por educador, como a la remodelación interior de los centros de forma progresiva, donde se trabaja en los llamados paisajes educativos, que lleva al rediseño de las aulas. 

Jesús Félix Martínez, director de la Red de Obras Educativas La Salle, asegura que “sentimos que nuestro nuevo modelo pedagógico conlleva una profunda revolución de la educación, en la que el alumnado aprende más y mejor por asumir el rol de protagonista en el proceso. Educar desde el contexto aumenta la comprensión de aquello que se vive y fomenta el compromiso de los alumnos y alumnas. Estamos muy satisfechos con los resultados. Comprobamos que ha mejorado la motivación y el aprendizaje de los alumnos”.