Una de las grandes novedades que trae consigo el proyecto de presupuestos 2022 de la Gerencia de Urbanismo es una partida de poco más de 200.000 euros para la expropiación de una parcela en el entorno de la Torre de la Calahorra. Según explicó ayer a este periódico el presidente de la Gerencia de Urbanismo, Salvador Fuentes, se trata de una parcela que se sitúa detrás del bar de Los Romerillos, localizado a su vez en la calle Aceradel Arrecife.

Este paso que pretende dar Urbanismo busca retomar el eterno proceso de expropiaciones de este gran espacio del Campo de la Verdad, donde destacan el bar ya citado, también el bar Miguelito, el antiguo colegio Rey Heredia y, por supuesto, las viviendas con sus respectivos habitantes (además de un solar donde iría el museo de Bellas Artes de la ciudad).

Expropiaciones que tienen un fin, derribar todo para aumentar la plaza de Santa Teresa y dejar un espacio público emblemático entre la torre y la iglesia. El proyecto data de los años 80 y en los 90 ya comenzaron los procesos de expropiación. Las idas y venidas son innumerables. Durante el mandato del popular José Antonio Nieto, por ejemplo, se dijo que se abandonaba el proyecto. Después vino Pedro García, responsable de Urbanismo durante el mandato de la socialista Isabel Ambrosio, y volvió a contemplar los derribos.

Ahora, con la inclusión de una partida para la expropiación de una parcela de la zona se da un paso clave durante un mandato en el que no se ha hablado de este asunto. Fuentes confirmó que, en cualquier caso, las expropiaciones hay que hacerlas "poco a poco" dado el alto coste que suponen. También explicó que esa parcela que tiene previsto expropiarse cuenta con una calle "espectacular" que ahora mismo, obviamente, está cerrada al público.

El proyecto en general lleva ya casi 30 años dando quebraderos de cabeza a los vecinos y empresarios de la zona que oyen hablar mandato sí y mandato no del derribo de sus negocios y de sus viviendas. El último proyecto concretó del que se habló fue durante el pasado mandato cuando se dibujaba una inmensa plaza, un auditorio y centro de exposiciones al lado y, en Miraflores, el Museo de Bellas Artes y un albergue juvenil junto al C3A.