Skin fade, clasic fade o curly son algunas de las tendencias que rompen en la peluquería masculina. Para muchos estos nombres serán novedosos, pero los cordobeses Paco Molina y José Rujula son expertos en estas disciplinas, tanto que se posicionan entre los mejores del país, habiendo conseguido dos medallas de plata y una de bronce en liga ONB Spain online, Campeonato de España de la profesión con el que han llevado a la cima la Marca Córdoba.

Ambos profesionales llevan, literalmente, toda la vida dedicados a la profesión que aman y en la que no dejan de crecer. Paco Molina obtuvo este verano una medalla de oro en esta misma liga, también en la categoría classic fade (corte clásico). José Rujula, por su parte, ganó la de oro en la categoría de low skin fade (degradado bajo), una medalla de bronce en clasic fade cut (corte clásico) y se quedó en cuarto puesto en curly gents cut (corte rizado). Los finalistas de esta fase pasaron al campeonato de España en el que han vuelto a ser vencedores.

Molina se ha posicionado, finalmente, como subcampeón en la categoría clasic fade, la más importante del certamen, ya que "el corte clásico se trabaja con peine y tijera, la antigua escuela, y en eso se basa el resto de la peluquería", apunta el peluquero. Un corte que requiere un acabado perfecto y en el que la cuadratura tiene un papel fundamental. Este estilo sigue siendo protagonista en todas las edades. Además, desde el confinamiento le ha ido ganando terreno al degradado e, incluso, los niños pequeños lo eligen. 

José Rújula en su salón de peluquería. MANUEL MURILLO

Rujula, por su parte, ha conseguido el segundo puesto en la categoría low skin fade, la tendencia por excelencia, sobre todo, entre los más jóvenes. "Es un corte más difícil de lo que parece, desvanecido desde el cero pero sin subir hasta arriba, sin que haya ningún escalón", dice José Rujul,a quien también ha conseguido medalla de bronce en corte clásico. "Tanto yo como mi compañero pertenecemos a la vieja escuela. Pelamos con tijera, navaja, maquinilla, y la base se nota. Somos capaces de adaptarnos a cualquier petición", continúa el peluquero.

Inquietud y trabajo

Cada persona tiene unos gustos y unas necesidades, por eso ambos trabajan asesorando lo que mejor viene a cada cliente. Paco cuenta que "la peluquería está en un punto en el que el hombre se mira mucho al espejo". Se está dejando atrás la gomina y dejando hueco a las ceras y polvos de peinado. Así, cada vez se ven más cortes rizados. La barba también ha llegado para quedarse, quedando atrás el corte hipster, y guardando un especial cuidado a ella con productos y aceites. Esto requiere una continua inquietud que acompañan apoyándose entre compañeros. Entre ellos, afirman, no hay competencia insana, llevan siendo amigos desde la infancia, ya que sus padres también compartían profesión, por lo que logran "un éxito conjunto".

Molina pertenece a las quinta generación de peluqueros que han pasado por Villanueva de Córdoba, Valdeolleros, el centro de la ciudad y que ahora se instala en Santa Rosa en la peluquería que lleva su propio nombre. Siempre supo que se dedicaría a ello y no ha dejado de luchar para posicionarse entre los mejores. Al igual que José Rujula, que pertenece a la tercera generación de profesionales. Desde hace 20 años no ha parado de competir y lograr distintivos que almacena en su negocio, el Salón Rújula, situado en La Viñuela.