Ante la falta de vivienda nueva asequible, la segunda mano es la opción que triunfa entre los cordobeses a la hora de adquirir un inmueble. Esa vivienda usada puede ser de régimen libre o de VPO, pero los precios actuales la convierten en la mejor alternativa a la hora de comprar un piso. En Córdoba, un piso nuevo en régimen libre se puede ir a más de 200.000 euros, lo que hace que sea bastante complicado que una familia con ingresos medios pueda acceder a ellos. Incluso los precios de la VPO nueva son altos y, además, se requiere de un ahorro previo que suele ser el principal escollo, más que los pagos mensuales de una hipoteca.

El presidente de la Asociación de Agencias Inmobiliarias de Córdoba (Asaicor), José Vaquero, explica que gran parte de la oferta de VPO de segunda mano se concentra en Arroyo del Moro. Son pisos, comenta, de entre 15 y 20 años de antigüedad que, en precio, son entre un 10% y un 15% más baratos que los de segunda mano en régimen libre de la zona. Si tienen menos de 15 años de antigüedad, esa diferencia se puede ir al 20%.

Si se busca una VPO de segunda mano, la más nueva está ahí, en Arroyo del Moro, aunque hay pisos de este tipo repartidos por toda la ciudad que ya bajan de precio por ser considerablemente más antiguos. A partir de los diez años, explica Vaquero, se puede poner a la venta una vivienda protegida, aunque hay que cumplir una serie de requisitos (como un traslado o una separación) y hay que pedir permiso a la administración. A partir de los 30 años, esos pisos ya pasan a ser de renta libre.

La opción de la segunda mano es la principal por otras razones. Las explica el secretario general de Construcor, Francisco Carmona, que comenta que una de las claves está en la eliminación de las ayudas directas por adquirir una VPO. Esas ayudas cubrían prácticamente la entrada del piso, un importe bastante importante. Ahora, dado el cambio de la realidad económica, es complicado que una familia con unos niveles de ingresos normales pueda tener ese nivel de ahorro para darlo de sopetón en una entrada.

Y ese cambio económico también supuso algo muy importante dentro de las entidades financieras. Sobre esto, Carmona recuerda que antes de la crisis del 2008 era más fácil conseguir la financiación del 100% de la hipoteca, algo que ya no ocurre.

Ahora, una VPO no es la alternativa asequible que podía ser hace varios años. Para comprar una vivienda protegida, que puede costar 160.000 euros, habría que desembolsar 48.000 al principio de una tacada. Ni existe nivel de ahorro ni existen las ayudas, por lo que la segunda mano, sí o sí, es la que se impone.

Calidades muy parecidas entre las dos tipologías

La gran diferencia entre una vivienda de protección oficial (VPO) nueva y una vivienda en régimen libre nueva es, básicamente, su precio. En el caso de Córdoba capital, una VPO es unos 50.000 euros más barata que una vivienda libre. Más allá de esto, las diferencias no suelen ser muy acusadas. Desde que se aprobó el Código Técnico de Edificación, las calidades que se exigen por norma a una vivienda u otra son equiparables. Después, una vivienda libre puede tener una serie de servicios en sus zonas comunes que quizá no tengan los pisos de VPO. Aun así, en Córdoba ya es muy poco habitual que una promoción (sea en el régimen que sea) no incluya unas zonas comunes donde haya una piscina, quizá zona ajardinada y algo también de espacio infantil.