Carolina Castellano es la gerente de la Fundación Hogar Renacer, una entidad sin ánimo de lucro que lleva más de 30 años trabajando en el tratamiento integral de problemas relacionados con el consumo de alcohol y otras adicciones, así como de patologías psiquiátricas asociadas. Ahora se enfrenta a un nuevo objetivo, construir un nuevo hogar que siga dando oportunidades a personas que lo necesitan, y para ello precisa de la ayuda de la sociedad cordobesa.

Lleva más de 10 años como gerente de la fundación. ¿Cómo llegó hasta ella? ¿Se imaginaba trabajar en un ámbito tan gratificante?

Nunca había pensado trabajar en adicciones, jamás. Yo tenía mi despacho profesional y hace trece años me ofrecieron la gerencia. Me gustó el trabajo, la propuesta, y hasta hoy. Es un trabajo intenso, gratificante, como cualquier otro que se intenta hacer bien, lo que ocurre es que en las adicciones como todavía hay un sesgo que separa adicción de enfermedad, decimos que es una labor social, y lo es, porque una persona que cae en una adicción arrastra a la familia entera. Pero es una enfermedad y hay que asumirlo y tratarla como ello.

Hogar Renacer es una casa para muchos que no la tienen, donde se les da una nueva oportunidad.

Pedro Muñoz se aventura hace más de 30 años en una empresa totalmente necesaria que consiste en ayudar y asistir a una población marginada para dignificar sus vidas y atender su enfermedad. Actualmente, Renacer es un hogar para que quienes lo necesitan puedan ser atendidos, cuidados y rescatados muchas veces de una situación no vital. Ese es el concepto del hogar. A él van personas en exclusión social o en riesgo de padecerla, con la intención de que no estén permanentemente allí, sino el tiempo que necesiten para recuperarse y reinsertarse en la sociedad. Nosotros tratamos actualmente a personas que tienen problemas relacionados con el alcohol u otras sustancias, porque ya es común que la persona sea pluriconsumidora. También abordamos la enfermedad psiquiátrica asociada a la adicción. Hace pocos años que se habla de este último concepto. Patología dual es una adicción y una enfermedad asociada como una gran depresión, un trastorno de conducta, etcétera. Son enfermedades que casi siempre van unidas. Más de un 80% de nuestros pacientes tienen esa doble vertiente. Además, somos un centro de desintoxicación residencial, contamos con 25 camas para que cualquier persona que tenga un problema acuda como se acude a cualquier clínica. Se estabiliza a la persona y se desintoxica. Siempre bajo supervisión médica, psiquiátrica y de enfermería. También es un centro de tratamiento ambulatorio en el que ahora, con la pandemia, también se atiende de manera telemática. Son muchas las personas que acuden una vez que han acabado la desintoxicación.

¿Considera que hace falta más prevención?

Siempre hemos tenido un línea de prevención muy básica de no bebas, no fumes... Pero debe ir más allá, debe pasar por la información porque quien no conoce no tiene capacidad de decidir. Por ejemplo, en el trabajo hay muchas personas que son consumidoras y que acaban estando en la sombra; muchas mujeres que en el ámbito doméstico se han acostumbrado a automedicarse con tranquilizantes. Son personas que dependen de una sustancia tan normalizada como adictiva. Son adicciones escondidas que hacen que la persona se anule.

¿Es fácil dar una nueva vida a personas que, en ocasiones, se han dado por perdidas?

Depende. Lo más complicado es que las personas acudan a pedir ayuda porque normalmente la negación de esta enfermedad es el común denominador. Una vez que pasa la primera consulta es muy fácil que la persona se deje ayudar, es muy importante y es totalmente gratuita. Simplemente informarse, si sospecho que algo me pasa, es fundamental. Si la persona se pone en tratamiento y persevera, sale adelante.

Actualmente están trabajando en la construcción de un nuevo hogar. ¿Por qué es necesario este nuevo edificio?

Tenemos que hacer un nuevo Hogar Renacer porque las instalaciones más antiguas ya no permiten estructuralmente ninguna modificación, llevamos muchos años proyectando su creación y ahora tenemos el préstamo, la estructura levantada y tenemos que hacer un llamamiento a los cordobeses porque Renacer es de todos, rara es la persona que no tenga un familiar que nos necesite y porque hay personas que lo han perdido todo y que no caben en otro sitio, este es su única alternativa. Después de la pandemia hemos tenido que cerrar, además, el ala de habitaciones del que va a ser el nuevo centro y nuestra ilusión es tener, cuanto antes, esas 32 plazas para ofrecerlas a quien lo necesite, pero hace falta mucho dinero. Por eso estamos llevando a cabo una campaña que se llama Yo pongo mi ladrillo. Construyamos juntos el nuevo Hogar Renacer, con el que pedimos ayuda a la sociedad. Hemos habilitado el número de Bizum con el código 33499, y los números de cuenta ES36 0237 0210 30 9163216807 y ES52 2100 8713 7723 00031133. A mi me interesa muchísimo aquellas personas que quieran ayudarnos con cinco, con mil euros, con cuarenta, cada uno con lo que pueda, que no sean anónimas, que yo pueda tener una forma de comunicarnos con ellas y contarles para qué ha servido su dinero, que sepan que su ladrillo está beneficiando y dando una oportunidad a Antonio o a Pepe.