El Colegio de Médicos de Córdoba ha hecho público un comunicado este jueves en el que describe la situación que están viviendo desde Navidad, con la llegada de la sexta ola de coronavirus, los profesionales de Atención Primaria. "Llevamos casi dos años luchando desde aquella primera ola de sorpresa y desolación, sin medios ni protección, hasta esta sexta ola en que nos hemos despojado de nuestra especialidad, la Medicina Familiar y Comunitaria". Recuerdan los médicos que esta especialidad está "muy bien definida y tiene unas funciones concretas" pese a lo cual desde que empezó a la pandemia "nos hemos entregado a una medicina de guerra, al son de cada uno de los vaivenes a los que nos ha lanzado el virus, la administración y la sociedad".

Recuerdan los médicos que la Atención Primaria representa "la línea de infantería, a la que puede llegar la población, asustada y preocupada", donde "las puertas siempre abiertas, con cita y sin cita, antes o después, y adonde llegan las frustraciones de la población". Aunque aseguran que cada día se esfuerzan por intentar seguir "unos protocolos cambiantes" y afrontar "problemas sociales nuevos, de salud, laborales y de gestión", llevando a cabo la vacunación, los test diagnósticos, rastreos, telemedicina y atención a demanda sin dejar de atender el resto de patologías, están viendo cómo la variante ómicron se extiende a un ritmo vertiginoso "y no perdona a los sanitarios que también caen contagiados, mermando notablemente las plantillas al frente de la Atención Primaria".

En este contexto, el Colegio de Médicos afirma que los profesionales se están viendo obligados "a renunciar a sus vacaciones y permisos, a doblar guardias, sacrificar su salud trabajando con desenfreno cubriendo a diferentes compañeros, trabajando con avanzadas gestaciones, dejando atrás a la familia cuando surge un problema a un compañero y salimos al quite para ayudar a la población".

Según los profesionales médicos, "no necesitan que las administraciones nos digan que tenemos que sacrificarnos y tampoco los aplausos", sino que reclaman "respeto y ayuda, que se sepa lo que estamos haciendo y lo que estamos sacrificando y que se reconozca este esfuerzo y haya una relación de ayuda, que los pacientes no desesperen porque estamos trabajando para ellos, en un nivel de riesgo inasumible, pero aun así entregados".

Piden también que las administraciones informen adecuadamente a la población de cuándo acudir o no a los centros de salud, qué hacer antes de acudir a las consultas saturadas y "que siempre haya información telefónica para ayudar a canalizar estas necesidades para evitar situaciones de desamparo, sobre todo de nuestros mayores".

Propone el Colegio la búsqueda de "más alternativas de desburocratización y de gestión para reconducir las patologías no prioritarias que no se deben demorar para evitar que se saturen las urgencias y se ayuden a diferenciar los grupos de riesgo y canalizar a otros niveles para evitar pérdidas innecesarias, así como toda aportación que pueda servir de ayuda para salir de esta situación. Acabado todo esto, confiamos en la vuelta a una normalidad donde sirva lo aprendido. Y hablaremos".