Tratar la depresión, la ansiedad o cualquier trastorno psicológico mediante terapia y ayuda de un psicólogo, un servicio que solo cubre parcialmente la Seguridad Social, es algo que no está al alcance de todo el mundo. El sufrimiento psíquico generado por la pandemia del coronavirus, que ha provocado numerosas pérdidas familiares, laborales y crisis personales y económicas de todo tipo, obliga a quienes no tienen recursos a seguir adelante sin ayuda profesional pese a que quizás sean los que estén sufriendo en mayor medida los envites de esta situación inédita. 

El Teléfono de la Esperanza sigue siendo la vía a la que acuden muchas personas sin otros recursos para pedir ayuda. Según Josefina Santos, coordinadora en Córdoba, en el 2020, a raíz de la pandemia, el número de llamadas experimentó un importante incremento, al agudizarse las situaciones de soledad e incertidumbre, que se ha mantenido a lo largo del 2021, con un nuevo incremento del 18% de atenciones, más de 7.000 anuales. «Los trastornos psicológicos y psiquiátricos (19,5%) son el primer motivo de las llamadas que atendemos, la depresión está detrás del 7,7% de los casos y la ansiedad de otro 7,5%», explica Santos, siendo las mujeres las que más contactan con el Teléfono de la Esperanza (63,6%).

Las llamadas al Teléfono de la Esperanza en Córdoba han crecido un 18% hasta más de 7.000 anuales

La Asociación de Familias Necesitadas (Anfane) ofrece desde hace dos años servicio psicológico a un precio más económico (20 euros por sesión para los socios y 40 euros para el resto). Pilar Luque, psicóloga general sanitaria y especialista en Neuropsicología, atiende la consulta los lunes por la tarde y los jueves por la mañana. En su opinión, en la mayoría de los casos «la depresión no es una enfermedad como tal, sino un estado al que se llega debido a ciertas dificultades de afrontamiento en el día a día del que se puede salir si se cuenta con las herramientas necesarias». A la asociación, acuden a menudo «personas que han perdido el trabajo, en pleno duelo por la pérdida de un familiar o afectados por la incertidumbre de no saber cuándo acabará la pandemia y todo lo que esta ha traído consigo», explica, «nosotros no hacemos que salgan felices de la consulta, pero sí que sepan cómo afrontar esas situaciones». Para Luque, en estos casos, «el mayor hándicap para acudir al psicólogo es el coste económico» porque, en su opinión, «estos tratamientos siguen considerándose un lujo en lugar de una necesidad». También insiste en que, frente al estigma social que existe ante la enfermedad mental, es importante subrayar que «visitar al psicólogo no es un signo de debilidad sino de valentía».

Los trastornos psicológicos son el primer motivo de llamada al Teléfono de la Esperanza

Por su parte, el Colegio de Psicólogos de Córdoba ha puesto en marcha un Servicio Gratuito Online financiado por el Ayuntamiento dirigido a los jóvenes que necesitan ayuda profesional al que pueden recurrir los residentes en la provincia de entre 12 y 35 años y en el que se ofrece, con cita previa (asesoramientojovenes@capeo.es), atención personalizada psicosocial y psicoafectiva. 

Anfane ofrece gracias a Pilar Luque atención psicológica a un precio más económico

Según el presidente del Colegio de Psicólogos de Córdoba, Antonio Agraz, «es necesario que el Gobierno central y la Junta de Andalucía hagan una apuesta decidida por el abordaje de la salud mental e incorporen a más psicólogos en los equipos de Salud Mental, que desde que se crearon, no han crecido, porque entre otras cosas, siguen sin abrirse plazas de PIR para la formación y especialización en la sanidad pública». Así, recuerda que «en los centros de salud no hay psicólogos, salvo alguna experiencia piloto, pese a que la pandemia ha puesto sobre la mesa que no se trata de algo accesorio sino imprescindible». Agraz, que coincide en que «el tratamiento de la salud mental, que es básica para el bienestar de las personas, no puede ser un privilegio al acceso solo de quienes puedan permitírselo», recuerda que sigue pendiente la creación del Teléfono de Prevención del Suicidio, un proyecto que como otros «solo forma parte del discurso político, pero nunca llega a concretarse».