Un regalo de Reyes perdido en la Ribera de Córdoba ha encontrado finalmente a su destinataria, Miriam, de 19 años, gracias a un paje especial, un joven que no quiso mirar hacia otro lado y, al encontrarlo, se le ocurrió buscar a su propietario a través de Facebook. Su mensaje en las redes ha tenido tanta repercusión e interés que esta bonita historia con final feliz merece ser contada.

Luis Rodríguez y su mujer, Laura (embarazada de 8 meses), iban caminando por el paseo de la Ribera como de costumbre, este 6 de enero, cuando a la vuelta de su paseo Luis ve algo que parece un regalo, depositado en los asientos de piedra de la Ribera, boca abajo. Lo toca y ve que contiene algo en su interior y un nombre, Miriam. La pareja no sabe muy bien qué hacer con él, y finalmente deciden hacerle una foto y lo suben a Facebook en el grupo Plataforma Ayuda Covid-19 Córdoba.

"Busco al Rey Mago que le iba a entregar el regalo a Miriam. Encontrado regalo, paseo de la Ribera a las 14.00 horas", pone Luis en este grupo de Facebook. Inmediatamente se despierta el interés y es compartido más de 300 veces.

"Pablo, el rey mago que compró el regalo para Miriam, me llamó a ultima hora del día de Reyes para contarme lo sucedido, yo lo único que pedía en el mensaje es que se describiera el contenido del regalo y él lo hizo al detalle", explica Luis a este periódico. Miriam también le escribió por privado "excusando al rey mago Pablo y contándome el porqué del olvido de este".

Hoy sábado han quedado para devolver el regalo perdido, en el mismo lugar donde Luis lo encontró. "Ha sido un final feliz gracias a Facebook y a gente buena y honesta como Luis", ha reconocido Miriam a este periódico, que explica que fue su madre la que vio el mensaje por las redes sociales y la avisó por si era su regalo perdido.

Según cuenta Pablo, un joven de 22 años, había comprado el regalo para su novia Miriam la tarde anterior y el mismo día 6 por la mañana iba a coger el autobús en la parada del Potro, para visitarla y dárselo. "Como hacía sol me cruce enfrente y cuando llegó el autobús corrí hacia él y el regalo se quedó en el poyete". Cuando llegó a casa de Miriam le dijo que se le había olvidado en la calle su regalo y ella no se lo creyó.

"Luego me he muerto de vergüenza viendo los comentarios y la repercusión e interés que ha tenido la historia", ha señalado la joven.