José Raúl Romero es profesor titular de la Universidad de Córdoba (UCO) del departamento de Informática y Análisis Numérico desde el año 2006, después de estudiar por varias universidades y trabajar en el ámbito de la industria quiso especializarse en ciencia de datos y en la democratización de este campo. Su investigación e inquietud por seguir avanzando le ha llevado, además, a ser el único español que forma parte de la Junta de Administración de la Asociación Europea de Ciencia de Datos (EuADS) de la que forman parte 12 expertos de varios países.

¿Cómo se adentró en el mundo de la ciencia de datos y la inteligencia artificial?

La Universidad de Córdoba tiene un perfil investigador orientado hacia la ciencia de datos y la inteligencia artificial, con lo cual fui orientando mi investigación a ese campo y desde 2009 llevo vinculado a grupos de investigación de esta Universidad. He ido pasando por varias fases y etapas y actualmente desarrollo mi trabajo en el campo de la democratización de la ciencia de datos, que quiere decir poner al ciudadano en el centro del proceso, porque normalmente cuando se habla de esto suena como mucha inteligencia artificial, expertos... y hay una rama muy nueva que consiste precisamente en crear métodos para que sea el propio ciudadano el que sea capaz de crear cositas básicas que les sirvan a ellos para trabajar. Por ejemplo, que un médico sea capaz de aplicar métodos de inteligencia artificial para detectar un tipo de enfermedad rara en el conjunto que tiene de sus pacientes o bien algún tipo de sintomatología. La idea es que eso lo haga sin la ayuda de un experto. 

¿Cómo llegó a formar parte de la junta de administración de la Asociación Europea de Ciencia de Datos?

El campo en el que trabajo es más o menos reciente y esta asociación tiende a plantear foros de debate sobre temas que son nuevos. Precisamente montó una escuela de verano para debatir sobre esta tendencia y tratar de democratizar la inteligencia artificial y la ingeniería de datos. Entonces yo acudí y conocí al presidente de la asociación, a los miembros de la junta, socios... y a partir de ahí me fui vinculando y he ido participando en diferentes iniciativas de la asociación, proponiendo cambios y trabajando con ellos, porque al final este tipo de asociaciones las desarrollan las personas que están dentro. Son agrupaciones sin ánimo de lucro en las que se reúnen, en este caso, científicos de universidades de toda Europa, expertos o empresas, pero muchas veces la organización depende del voluntarismo de los científicos que la integran. Entonces yo he ido participando y en septiembre me nominaron para ser miembro de la junta directiva. Tuvo que votarse en asamblea general y me invitaron a abrirla con una charla. Me acogieron y estamos doce personas, diez científicos y dos representantes de otras asociaciones o universidades. 

¿Qué proyectos se llevan a cabo dentro de la asociación?

Lo que se hace es, primero, establecer debates sobre las direcciones a las que puede dirigirse este área porque la ciencia de datos es muy amplia. Aquí en Córdoba la trabajamos desde el punto de la inteligencia artificial, pero también se trabaja desde el punto de vista estadístico, por ejemplo, y otros métodos como el análisis de datos. Entonces hay dentro profesionales de todas las áreas y hay unas sinergias muy buenas. Realizamos foros, participamos en la formación, hay charlas, cursos, debates y, por supuesto, en establecer sinergias con otros centros de investigación, empresas e instituciones. Se hace desde un punto de vista europeo, algo muy bueno porque se ve desde el punto de vista de varios países.

¿Qué importancia tiene el comité a nivel europeo en el campo de la investigación?

La relevancia de la asociación la establecen sus propios miembros. La asociación al fundarse tiene una misión y unos objetivos que pasan por establecer cuales van a ser los pilares del área de la ciencia de datos y el conocimiento en el futuro próximo, tanto desde un punto de vista investigador como industrial y servir de vehículo para que científicos de toda Europa se puedan congregar y debatir sobre los nuevos avances en el campo. Normalmente los científicos nos reunimos en torno a asociaciones científicas en las que se fomentan diferentes conocimientos. Ahora mismo nuestra asociación está formada por unos 200 miembros pero es abierta. Por ejemplo, hace poco hubo una charla de Microsoft y acudieron unas 400 personas. Básicamente, su misión es impulsar debates sobre el estado del análisis y el conocimiento de este campo con miembros institucionales e individuales.

Digamos que está en auge.

Si, en 2014 fue más o menos cuando se empezó a constituir y ahora estamos trabajando en difundirla mucho más. Ya va teniendo más captación de miembros y está en auge en cuando a que es una asociación con un campo muy particular y con muchísima repercusión. No deja de ser un foro científico y de avance, es decir, las empresas que acuden suelen estar muy interesadas en el avance de este campo y con gran capacidad.

¿Qué supone para Córdoba y su universidad que usted haya pasado a formar parte de este comité de expertos?

Los miembros de la junta son nominales pero, obviamente, yo represento a la Universidad de Córdoba y estoy orgulloso de ello. Entonces, cualquier actividad, comunicación, opinión se hace velando por los intereses de la institución que representa cada miembro. Eso posiciona y pone en el foco a la UCO. Por otra parte, la toma de decisiones también recae en los miembros de la junta directiva, con cuestiones como que se va a hacer en el próximo año, por ejemplo, en formación. Tener a un español, evidentemente, lo que hace también es abrir el campo de la ciencia de datos a España en esa asociación. Además puede abrir la vía a que se celebren congresos internacionales o escuelas de verano que pueden traer hasta 100 investigadores a nuestro país. Las decisiones se toman por votación pero hay un debate previo, por eso esto puede ser una oportunidad de poner a la ciudad de Córdoba en cuanto a la actividad que realizamos en el campo. De hecho, espero que así sea.