Junto a sus tres majestades de oriente llega la degustación del roscón de reyes; el dulce por excelencia de las fiestas navideñas, que este año ha mantenido sus ventas contra todo pronóstico situando a los pasteleros artesanos en un nivel competitivo con respecto a la demanda acumulada el resto del año por las grandes superficies.

Así lo corroboran en el obrador de la pastelería y confitería Savoy, con los hornos a pleno rendimiento durante estos días para abastecer con 2.500 roscones frescos, su previsión de ventas, tanto a clientes particulares como a restaurantes. Los hermanos Manuel y Javier Soler, cuarta generación de pasteleros al frente del negocio, se esmeran en hacer brillar la receta que mantienen desde hace cincuenta años a base de harina de fuerza, mantequilla, nata, azúcar invertido, azúcar común, levadura, sal, masa madre de larga fermentación y, lo que según Manuel Soler da el "toque redondo al sabor", limón raspado, naranja y ron, sin olvidar las decoraciones de calabazate rojas y verdes, la naranja, el azúcar volado, así como las imprescindibles sorpresas del relleno, haba incluida. 

Una elaboración larga en la que "merece la pena contar con buenos productos, con nata real en lugar de mix de grasas vegetales", aclara Manuel Soler, ya que "la sensación al degustarlo es mucho más placentera y se evita el impacto negativo en la salud", explica el pastelero, quien aporta el truco definitivo para diferenciar una nata auténtica de un mix de grasas poco saludables. Si un roscón de nata auténtica permanece cercano a una fuente de calor, esta se derretirá de forma inminente; mientras que el mix blanco de grasas vegetales casi permanecerá intacto. "La nata es mucho más delicada en boca, mientras que la otra sustancia es densa", aclara Manuel Soler.

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Como se prepara el Roscón de Reyes Manuel Murillo

La receta tradicional

Para lograr un roscón sabroso y esponjoso, aunque delicado, los maestros pasteleros de Savoy introducen los ingredientes indicados anteriormente en una gran amasadora, que trabaja hasta obtener una pasa fina y elástica. Cuando esta está lista, se extraen bolas de 400, 600 y 900 gramos, según los tres tamaños que oferta la confitería. A continuación, crean las barras a las que darán forma de círculo y pintarán con huevo antes de meter los roscos en la cámara de fermentación a no más de 26 grados.

Cuando los roscos de masa han doblado su tamaño, se extraen para pintar sobre ellos un cordón de crema pastelera y volverlos a rociar con huevo. Entonces llega el momento de colocar los calabazates de colores y las naranjas, que emularán la decoración de las piedras preciosas de la corona real. Se introduce el resultado en el horno, a unos 180 grados, durante 18 minutos.

Tras el enfriado, los roscones se cortan por la mitad y se rellenan con nata, crema pastelera, cabello de ángel o crema de trufa y se añaden las sorpresas y el haba.

El resultado es un delicioso bocado de tradición, que derrocha cariño en la suavidad del relleno y en la melosidad del pan estilo brioche. Una caricia a los sentidos para aderezar la ilusión característica de los inicios de año.

Los roscones de reyes más novedosos

Del mismo modo que los hermanos Soler, obradores como David Ruano trabajan al día para conseguir resultados lo más frescos posible, que en su caso se traduce en una novedad de roscón relleno de mousse de turrón, cuya masa contiene mantequilla de oveja de Calaveruela, de gran interés entre sus clientes.

En el obrador de David Ruano utilizan mantequilla de oveja de Calaveruela para elaborar sus roscones MANUEL MURILLO

Los 300 roscones del obrador de David Ruano difícilmente competirán con los 2.736 roscones de nata, 720 de crema y 480 sin lactosa que prevé vender Deza a partir de este miércoles; aunque realizarán el intento sorteando una cena para dos personas en el restaurante ReComiendo de Periko Ortega entre todos los clientes que compren roscones en el obrador de David Ruano hasta el 5 de enero.

En la panadería El Brillante adelantaron la temporada con un roscón a base de mousse de marisco, langostinos, salmón y palitos de cangrejo que destinaron a las ventas de Nochebuena y Nochevieja, hasta agotar existencias. Una alta demanda a la que se suman las cerca de 2.000 unidades de nata, crema, chocolate o mitad de cada que estipulan vender antes de este próximo fin de semana.

Pese a los numerosos encargos por teléfono, que han aumentado debido a los confinamientos provocados por la variante ómicron, todavía hay quien se queda sin su roscón de reyes más deseado. En lo que respecta a las opciones ofrecidas por la pastelería La Sultana, resistirse resulta complicado. Más si se trata de roscones decorados con kit kat o Ferrero Rocher; opciones pensadas para los más golosos.

Incluso la heladería Flor de Levante 1934 añadió a su catálogo de helados la esponjosa opción de los roscones en varios tamaños y sabores, lo que sorprendía a los clientes más adeptos.

Los paladares sibaritas que quieran añadir un toque distintivo, lujoso, a la tradición tienen la opción ofrecida por el Corte Inglés del roscón de violetas y moras, así como el especial de cacao, recetas del chef Dabiz Muñoz elaboradas por tiempo limitado, como limitada es la promoción de los grandes almacenes, que han incorporado premios valorados por una cuantía de hasta 25.000 euros en todos los roscones a la venta.

Por si estas no fueran opciones suficientes, pastelerías El Roldán ha introducido en su catálogo roscones veganos que ya están agotados en su página web. Todo para diversificar una tradición que, por mucho que incluya variedades, mantendrá su esencia inconfundible en el tiempo.