Desde su infancia empezó ayudando al padre en el Bar Munich, en calle La Plata, y ya siguió cómo empresario en el 1969 al fallecimiento de éste. Regentó durante casi 50 años la célebre Taberna Mesón Coto, en Doce de Octubre, acompañado siempre por su hermano Pepe, jamás se separaron y según nos dice éste nunca tuvieron una discusión o desavenencias, es difícil toda la vida juntos y no tener ni un roce. Ejemplo de profesionalidad y de saber estar. Ramón fue muy considerado por los taurinos y eran muchos los que lo consideraban y respetaban sus opiniones. Era una enciclopedia taurina. También hizo sus pinitos y estuvo varios años de novillero. Al no romper se desilusionó y acabó retirándose. Pero mantuvo la afición toda la vida.

Al morir " el mundo es güeno". A él no la hacia falta irse, todo el que le conoció puede dar fe. Fue un señor cabal. D.E.P.