La provincia de Córdoba registra la menor tasa de fracaso escolar de Andalucía, en cuanto a la promoción de sus alumnos de cuarto de ESO y de segundo de Bachillerato, según se desprende de la estadística de la Consejería de Educación de resultados académicos del sistema educativo andaluz, referentes al curso 2019-20.

Lo cierto es que en Córdoba, los alumnos que no promocionan en la ESO apenas superan el 5%, ya que el 94,88% de los estudiantes de cuarto y último curso de este nivel educativo superaron la etapa. Se trata de la tasa media más alta de las 8 provincias andaluzas y se sitúa por encima de la media andaluza, que está en un 91,17%. No obstante, el curso anterior a la pandemia, el 2018-19, los aprobados en cuarto de ESO fueron menos, el 88,28%, pero también es la cifra más alta de la comunidad.

La estadística también refleja que en segundo de Bachillerato aprueban el 97,46% de los alumnos, lo que supone también el porcentaje más alto de Andalucía, y por encima de la media, que es de un 96,17%.

Analizando los datos de rendimiento escolar que reflejan estas cifras, cabe señalar la diferencia existente entre la enseñanza pública, la concertada y privada. En cuarto de ESO, que es cuando se obtiene el título de graduado en Secundaria y termina la enseñanza obligatoria, promociona el 93,82% del alumnado de centros públicos; el 97,43% del que estudia en centros concertados, y el 100% de los que lo hacen en centros privados.

En cuanto a los cuatro cursos de la ESO, el que más dificultades presenta para los alumnos es segundo. En este curso, promocionaron 8.620 alumnos y 789 suspendieron, mientras que en cuarto, el fracaso escolar se centró solo en 385 alumnos. Además, cabe destacar el abandono escolar existente a lo largo de la Secundaria. De primero a cuarto de ESO se perdieron por el camino 2.209 alumnos, teniendo en cuenta que en primero se matricularon 9.339 y en cuarto solo 7.130. Este es un dato preocupante respecto al abandono escolar existente, aunque hay que tener en cuenta que algunos pudieron pasar a la FP básica, con 15 años, y otros al Programa de mejora de rendimientos escolares (Pemar) para alumnos con dificultades, en segundo y tercero de ESO.

Precisamente, uno de los objetivos principales de la Lomloe, conocida como ley Celáa, la ley educativa que acaba de entrar en vigor, es reducir las tasas de abandono escolar temprano en línea con los países europeos más avanzados. Desde el 2010, la tasa de abandono temprano en España ha disminuido 12,1 puntos, lo que supone un 43% menos, según un informe del Ministerio de Educación. En Andalucía, la tasa de abandono escolar se sitúa en el 21,8%. Para paliar este abandono escolar temprano, sobre todo en centros públicos de zonas socioeducativas vulnerables, la Consejería de Educación puso en marcha en el 2020 el programa Impulsa. Igualmente, este año ha implantado el Programa Proa+, para aquellos centros públicos que muestren indicadores más altos de pobreza educativa.