Con la pandemia, las hermandades han dejado de poner sus casetas de feria o cruces y han tenido que reinventarse para no bajar sus ingresos, "sobre todo para no tener que bajar nuestros niveles de presupuestos a los proyectos sociales". Así lo explica Manuel Aguilera, el hermano mayor del Descendimiento. Esta hermandad ha buscado alternativas y ha aprovechando el puente previo a las fiestas para vender dulces de conventos de distintos puntos de Andalucía. 

Desde el día 3 hasta este martes han estado instalados en el patio de Vimcorsa, vendiendo "un amplio surtido de productos" de los Conventos de las hermanas Carmelitas Descalzas de Córdoba (Convento de Santa Ana y San José y Monasterio del Sagrado Corazón de Jesús); las hermanas Clarisas de Estepa (Convento de Santa Clara de Jesús), Belalcázar (Convento de Santa Clara de la Columna), Montilla (Convento de Santa Clara) y Marchena (Convento de Clarisas de Santa María Purísima Concepción); las Religiosas MM. Concepción de Osuna (Convento de la Purísima Concepción); el Monasterio de San José del Oasis de Jesús Sacerdote de Villaviciosa y el Monasterio de Madres Dominicas de Baza (Monasterio de la Santísima Trinidad). "Tenemos los típicos mazapanes, mieles, pastas, licores, perronillas, alfajores y todos los productos típicos de la Navidad", señala Aguilera. 

Son productos artesanales, la mayoría elaborados en conventos de clausura

Con esta iniciativa, la hermandad pretende ayudar a estos conventos a que su producto sea más visible y llegue a más personas, para ayudar también a las monjas a tener más ingresos. "El producto normalmente viene de conventos que son de clausura, que normalmente solo se venden allí y no tienen punto de venta", dice el hermano mayor. Por otro lado, buscan financiar la propia hermandad para seguir llevando a cabo proyectos: "Ahora estamos muy puestos en las ayudas y en la obra social en colaboración con Cáritas". 

En este sentido, Aguilera subraya que con la pandemia "hay hermanos que se han visto obligados a bajar su participación, hay saturación en los bancos de alimentos y hemos tenido que ayudar más a Cáritas porque hay más necesidad".

Una treintena de hermanos, todos voluntarios han sido los encargados de vender los productos durante todo el puente. Los dulces que se queden sin vender estarán disponibles la próxima semana en la Casa de la Hermandad para "todo aquel que se haya quedado con ganas o quiera repetir, porque son dulces muy golosos y seguramente se acabarán pronto en las casas", resalta el hermano mayor. Además, la hermandad ha organizado una zambombá el domingo 19 en el Paseo Cristo del Descendimiento, donde seguirán vendiendo los productos que les queden.

Venta de dulces navideños en el Palacio Episcopal. FRANCISCO GONZÁLEZ

Otras degustaciones

Además del Descendimiento, otras hermandades como la del Calvario o la Sentencia han estado durante el puente ofreciendo productos conventuales. El Calvario ha estado instalado hasta hoy en el patio del Obispado de Córdoba para vender una variedad de dulces de trece conventos, tanto de Córdoba como de la provincia, de Granada, Jaén, Sevilla, Cáceres y Badajoz. La Sentencia, por su parte, lo ha hecho en horario de misa en la Parroquia de San Nicolás de la Villa, en el Bulevar Gran Capitán, y también ofrecen dulces navideños de cinco conventos de Córdoba y Sevilla en la Ermita de la Alegría, donde se encuentra expuesto al público su belén Napolitano.