¿Es optimista con la nueva normalidad tras pasar lo más duro del covid y por qué?

Sí, soy optimista, porque lo soy por naturaleza. Pero, aparte de eso, lo soy porque vamos superando el covid-19 aunque veamos que falta todavía tiempo para que esté bien controlado. Lo que no me gusta es lo de ‘nueva normalidad’. Creo que vamos a vivir un antes y un después de la pandemia. Como personas, pero también y como sociedad. Por lo que se refiere al aspecto económico, considero que estamos ante un cambio que tiene muchas oportunidades para avanzar, pero también muchos riesgos si no se entiende la dimensión tan grande que tiene. Es el ahora o nunca para promover el crecimiento de las empresas más innovadoras, con una mayor cualificación profesional de los trabajadores y la mejor gestión de los recursos de las administraciones junto a los de las propias empresas. Es la hora de demostrar que la colaboración público privada es la única manera de buscar la competitividad que necesitamos y reducir así la brecha que nos separa de buena parte de los países europeos.

¿Qué cree que es prioritario para la economía cordobesa en estos momentos?

Creo que para la economía cordobesa en estos momentos es prioritario reactivar y facilitar la actividad de las empresas así como promover las nuevas iniciativas tecnológicas que mejoren su actividad y crear nuevos subsectores de mayor valor añadido. Estas son cosas urgentes e importantes. Las primeras, para reactivar la economía, como decía, y las segundas para abrir nuevas posibilidades, que ahora más que nunca son imprescindibles. Hay que actuar en corto y pensar en medio y largo plazo. También hay que ser tácticos y estratégicos a la vez. Si lo hacemos juntos entre los sectores público y privado, podemos conseguirlo.

¿Qué sectores cree que deben impulsar la recuperación de la economía cordobesa en estos momentos? Como empresaria, ¿piensa que su sector se verá más rápidamente afectado por la recuperación que otros?

La recuperación de los sectores tradicionales es prioritaria, pero buscando su evolución y la mejora constante de la innovación. Nuestro sector, la construcción y las infraestructuras, es uno de los más importantes y así lo hemos demostrado durante la pandemia y a lo largo de estos meses de recuperación. Tenemos un papel protagonista y considero que lo seguiremos teniendo a medio y largo plazo. En este sentido, la edificación residencial tiene unos niveles de calidad e innovación cada vez mayores. La obra civil, base de las infraestructuras, todavía más, y el papel de las ingenierías y la energía resulta que es fundamental. Por otra parte, la rehabilitación y el desarrollo energético son puntos de apoyo importantes para la actividad económica y junto a ello, fuente de creación de empleo y sostenibilidad de nuestras empresas. Como proyecto tractor que representa las oportunidades que se abren, está la Base Logística de Defensa, por lo que puede llegar a ser para la ciudad de Córdoba y para la provincia, abriendo esas nuevas posibilidades y reforzando las capacidades de los sectores tradicionales.

¿Qué aspectos le preocupan más de cara a los próximos meses?

Desde Construcor, nos preocupan muchas cosas: desde la falta de trabajadores cualificados hasta los precios de los materiales y la subida de costes generales sobre la actividad de las empresas, más impuestos, más restricciones, menos flexibilidad y sobre todo esto, mucha incertidumbre hasta que la economía se recupere de verdad. Todavía estamos en fase de ‘rebote’.