¿Es optimista con la nueva normalidad tras pasar lo más duro del covid y por qué?

Nunca se debe perder el optimismo, aunque sabemos que esta pandemia va a dejar cicatrices. Las similitudes con la situación del año pasado son inevitables y algunas voces advierten que estamos tropezando de nuevo con la misma piedra. Por ahora hay que reconocer que las vacunas están demostrando su eficacia, así como el trabajo de los investigadores que han conseguido, en un tiempo jamás impensable, encontrar estas vacuna. Pero debemos y tenemos que ser muy prudentes porque se está ya anunciando una sexta ola. Cabe esperar que con la vacunación masiva no se produzca de nuevo un gran impacto en el sistema hospitalario y en la economía.

¿Qué cree que es prioritario para la economía cordobesa en estos momentos?

El problema es que venimos de la crisis financiera de 2008, que unida a la del covid-19 está siendo muy dañina. Además, se está complicando aún más con la subida de las tarifas eléctricas, el precio del combustible, la subida en los precios, la falta y retrasos de materia prima, así como un largo etc. Y para colmo en nuestro sector nos encontramos con la falta de profesionales cualificados. La situación nos ha hecho ser conscientes de forma abrupta de que la digitalización es necesaria. La implantación del teletrabajo y la automatización de muchos procesos han obligado a las empresas a hacer cambios sustanciales que han venido para quedarse. Es prioritario para las empresas que se actualicen. Teniendo en cuenta que las empresas en más del 95% son pequeñas y medianas, pido que el Plan Nacional de Reestructuración y los Fondos Europeos nos tengan cuenta, que se repartan en línea con lo que supone el mundo empresarial para la ansiada recuperación económica.

¿Qué sectores cree que deben impulsar la recuperación de la economía cordobesa en estos momentos?

La recuperación económica pasa por la empresa y por esos autónomos, pequeños y medianos empresarios. A lo largo de la historia la industria ha actuado como principal motor del cambio y ha sido indiscutible generadora de bienestar y progreso. Además, su recuperación siempre ha arrastrado al resto de sectores, por el empleo de mayor calidad que genera, por su capacidad de innovar y extender su tecnología. Todo ello hace de la industria una actividad puntera y esencial en el crecimiento de la productividad de cualquier economía y, en consecuencia para su potencial, crecimiento a largo plazo.

Junto a ello, la transformación tecnológica y digital es imprescindible para que seamos más competitivos. Por tanto, desde nuestro sector, estamos muy en consonancia con la prioridad de la UE de reindustrializar la economía comunitaria. Creo que España debería de asumir esa prioridad dentro del Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

¿Qué aspectos le preocupan más de cara a los próximos meses?

Las pymes tenemos y debemos saber adaptarnos a la nueva situación económica y empresarial y aprovechar las nuevas oportunidades de mercado. Temo no saber llegar a tiempo a la famosa digitalización industrial y la falta de información de todas las ayudas para digitalizar y transformar las empresas y que muchas de ellas no lleguen a sobrevivir en los próximos años. A nivel provincial también hemos de movilizar todos los recursos para que nuestra provincia se recupere, evitando cometer errores como es invertir en el modelo económico anterior a la crisis.