¿Es optimista con la nueva normalidad tras pasar lo más duro del covid y por qué?

Soy optimista porque realmente no es posible continuar una temporada tan larga con unas cifras tan malas a nivel económico. Creo que ahora estamos en un periodo de ajuste a nivel global, con lo que está pasando con el transporte, las materias primas, todos hemos empezado de golpe y porrazo a consumir y esto ha creado un pequeño caos y nos tenemos que reajustar después del parón, pero, sinceramente, pienso que a partir del año que viene veremos al menos un crecimiento constante en nuestro sector.

¿Qué cree que es prioritario para la economía cordobesa en estos momentos?

Lo más importante es el empleo. Todas las políticas que haga cualquier organismo a nivel económico o político deben estar orientadas a generar empleo y un empleo que nos permita a todos estar «contentos», a los trabajadores y a los empresarios con los costes y la productividad porque Córdoba no puede permitirse las altas tasas de desempleo que tenemos, especialmente femenino. Y luego, políticas de otro tipo para diversificar. Somos una economía basada en gran parte en el turismo, que por supuesto es una industria importantísima a la que no debemos renunciar, pero industrias manufactureras y fabriles hay muy pocas y una de las pocas es la joyería. Debemos continuar potenciando Córdoba como nodo logístico a nivel estatal pero hay que apoyar a la industria y fomentar que la industria se establezca en Córdoba.

¿Qué sectores cree que deben impulsar la recuperación de la economía cordobesa en estos momentos?

Creo que el turismo es un sector fundamental, el turismo es importante y genera negocio en la ciudad, es cierto, pero si queremos un crecimiento estable tenemos que apoyar la industria y desgraciadamente Córdoba carece de industria fabril y en el futuro tenemos que pensar en ese tipo de industrias. Por supuesto, a nivel logístico somos una ciudad y una provincia privilegiada, y eso hay que aprovecharlo pero, vuelvo a repetir, Córdoba podría ser la Euskadi del Sur de España. El sector de la joyería, desgraciadamente, solemos ser los primeros en entrar en crisis y los últimos en salir de ella porque, al fin y al cabo, somos un bien de lujo. Afortunadamente Córdoba ha cambiado el modelo de fabricación joyera, ahora cada vez fabricamos para marcas, es decir, nos hemos convertido en la fábrica de una gran parte de la producción nacional. Hemos sabido adaptarnos a esa nueva situación y a esa nueva oportunidad de mercado.

¿Qué aspectos le preocupan más de cara a los próximos meses?

Pues lo que más me preocupa es la incertidumbre que hay. Nuestra materia prima, el oro, siempre que hay especulación somos los que antes sufrimos los vaivenes económicos a nivel mundial y ahora mismo el precio de nuestro metal está loco pero luego también esta incertidumbre que hay en cuento a la reforma laboral, en cuento a la política nacional, que la verdad, crea inestabilidad, también a nivel emocional. Esa incertidumbre es lo que nos hace no estar a gusto. Afortunadamente nosotros tenemos trabajo, es verdad que el volumen de trabajo ha cambiado y que los trabajos son diferentes, pero al fin y al cabo es trabajo y riqueza pero las noticias hacen que cunda el desánimo y que estemos más pendientes de los problemas que de la suerte que tenemos, porque hay sectores que lo han pasado peor que nosotros. Además, somos pymes y micropymes y cuando hay incertidumbre la consecuencia es que no se crea empleo.H