¿Es optimista con la nueva normalidad tras pasar lo más duro del covid y por qué?

Los datos llaman al optimismo moderado. Parece que se cumplen los pronósticos que auguraban que la crisis económica que vendría tras la crisis sanitaria no iba a ser como la de 2008. Esto ha sido posible gracias al cambio radical de filosofía en las políticas aplicadas, que en vez de buscar la austeridad han hecho un gran esfuerzo de gasto para no dejar caer ni al tejido empresarial ni a la clase trabajadora ni a las familias, favoreciendo la reactivación del consumo y la recuperación del empleo una vez iniciada esta relativa normalidad. Otra cosa es que demos por buenos los datos de 2019, pero si lo que analizamos es si se está produciendo una rápida y efectiva recuperación lo cierto es que las cifras dicen que sí, por lo que podemos decir que los mecanismos de contención han funcionado y hay pie a un cierto optimismo.

¿Qué cree que es prioritario para la economía cordobesa en estos momentos?

Que no exista una paralización en la dinámica de crecimiento, aunque bien es cierto que lo que puede, y de hecho está paralizando y poniendo en riesgo esa tendencia, escapa fuera del control del espectro político cordobés. Me refiero al encarecimiento ascendente y casi sin control de la electricidad, el combustible y productos de alimentación. Si bien cuando sube el IPC se puede entender que es por un aumento de la demanda, lo ocurre ahora dista mucho de esa conclusión. Esta subida de precios puede frenar el consumo y, como consecuencia, lastrar el crecimiento iniciado. En lo que sí compete a las políticas cordobesas, observamos que estamos saliendo, pero esto no ha acabado, por lo que es necesario mantener políticas de reactivación y mecanismos de contención para consolidar esta tendencia.

¿Qué sectores cree que deben impulsar la recuperación de la economía cordobesa en estos momentos? En el caso de ser empresario, ¿piensa que su sector se verá más rápidamente afectado por la recuperación que otros?

Esta pregunta se respondería con otra: ¿tenemos diversidad de sectores en Córdoba? Y la respuesta es que no, por lo que la dependencia a sectores muy primarios, estacionales y precarizados no dejan mucho margen para elegir qué sectores. Sin embargo, sí tenemos que sacar un aprendizaje de todo lo vivido, haciendo todos los esfuerzos necesarios para buscar esta diversidad, propiciando, de una vez por todas, las políticas de calado para ese cambio de modelo productivo. Ya sabíamos que nuestro mercado laboral era volátil, pero esta pandemia ha demostrado que la industrialización y la apuesta por la logística no son una utopía, sino una necesidad imperiosa si queremos sacar a Córdoba de los primeros puestos de las listas de desempleo y pobreza salarial.

¿Qué aspectos le preocupan más de cara a los próximos meses?

Me preocupa que no hayamos aprendido nada de esta terrible pandemia, que no entendamos que lo público genera confianza y que por cada empleo o servicio público se genera riqueza e igualar a la ciudadanía. Me preocupa que nos anticipemos a retirar ayudas y mecanismos de contención y me genera gran incertidumbre la tendencia al alza de los precios, que puede dar al traste con la reactivación, así como la falta de suministros, que dificulte transacciones y retrase proyectos en marcha. En definitiva, me preocupa que no se corrijan las deficiencias evidenciadas, y vergonzantes en muchos casos, de esta pandemia, porque entonces será que no hemos aprendido nada y simplemente nos dedicamos a subsistir. Si esto ocurriese, ya no podríamos denominar a este periodo ‘nueva normalidad‘.