Numerosos actos recordaron este miércoles en Córdoba la festividad de los patronos San Acisclo y Santa Victoria en una jornada en la que la basílica de San Pedro, donde se custodian las reliquias de estos mártires de la fe, permaneció abierta para su veneración.
Por la tarde, en el Puente Romano, tuvo lugar la ofrenda floral a San Acisclo y Santa Victoria, organizada por la hermandad de la Misericordia. Al acto acudieron representación de algunas hermandades como San Rafael, Sagrada Cena, Universitaria así como de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la ciudad.
Paralelamente a este acto, en la Catedral la fundación Santos Mártires comenzaba la peregrinación hasta la basílica de San Pedro, en un multitudinario acto donde participaron más de 1500 alumnos de los colegios de la fundación. La peregrinación fue presidida por un paso portado a costaleros donde se pudieron ver a las imágenes de San Acisclo y Santa Victoria que se veneran en las capilla del sagrario de la parroquia de Santa Marina.
A los sones de la cordobesa banda del Cristo del Amor el paso se fue adentrando por calles como Cardenal González, Lineros y Don Rodrigo en busca de la basílica de San Pedro, donde esperaba una representación de la hermandad de la Misericordia. El cortejo continuó hasta la ermita del Socorro, donde se puso fin a esta primera peregrinación de la fundación en el día de la festividad de los patronos de la ciudad.
Con el paso llegando a la ermita del Socorro se volvía a repetir en la basílica de San Pedro la misa de rito hispano-mozárabe con la que la diócesis de Córdoba recuerda cada año a sus santos patronos. La eucaristía, en ausencia del obispo, estuvo presidida por el vicario general de la diócesis Antonio Prieto y amenizada musicalmente por las solemnes voces del coro del seminario mayor de San Pelagio.
Se cerraba así un intenso día en honor y gloria de los eternos patronos de la ciudad San Acisclo y Santa Victoria.
