La empresa municipal de cementerios y servicios funerarios de Córdoba, Cecosam, debe poner orden en más de 200 inscripciones de las 1.300 recibidas para entrar en su bolsa de trabajo y unas 300 solicitudes de 700 que se formalizaron para las 6 plazas (tres plazas de portero-recepcionista, dos plazas de oficial polivalente y una de peón) que se convocaron este verano. La convocatoria, la primera que se hace online en esta empresa municipal, se abrió el pasado 23 de julio (con una semana de retraso por problemas con la aplicación web para la recepción de solicitudes) y se cerró el 13 de agosto. 

Los problemas detectados en la baremación de muchas de estas solicitudes y la falta de documentos en otras han provocado un significativo número de quejas y reclamaciones que han llevado a la oposición a solicitar un consejo de administración extraordinario y a exigir, si procede, «la paralización y revocación tanto del procedimiento de la bolsa temporal como de la convocatoria de las 6 plazas». 

Denunciar a la adjudicataria

Asimismo, los grupos de la oposición proponen iniciar acciones legales contra la empresa adjudicataria del servicio online «con el objetivo de solicitar responsabilidades por el incumplimiento o cumplimiento defectuoso del contrato suscrito para llevar a cabo la inscripción de las solicitudes para las 6 plazas, debido a los perjuicios causados, la afectación al normal funcionamiento de la institución y el deterioro de la imagen pública de la misma». 

Los responsables de Cecosam, una empresa en manos de Ciudadanos, rehusaron ayer hacer declaraciones a este medio, aunque aseguraron que habrá una solución para este asunto. La sociedad municipal tiene un plazo de tres años, desde la publicación de las listas, para convocar el examen, según dijo el gerente en agosto a CÓRDOBA, aunque la intención del gobierno local era hacerlo e ste mismo año. 

Estas son las primeras plazas que ha convocado la empresa municipal en este mandato. En años anteriores se han ido amortizando las vacantes por jubilaciones y se han perdido al menos una decena de puestos, según reconoció el propio gerente en agosto y vienen denunciando los sindicatos.