El hospital Reina Sofía lleva la cura a casa

El Servicio de Farmacia del Reina Sofía atiende a unos 700 pacientes no ingresados, de los que 425 reciben en su domicilio la medicación prescrita | La prestación ha crecido durante la pandemia para ganar seguridad

Farmacia del hospital Reina Sofía | María Dolores López y Lucrecia García, responsables de la unidad de dispensación de medicamentos externos.

Farmacia del hospital Reina Sofía | María Dolores López y Lucrecia García, responsables de la unidad de dispensación de medicamentos externos. / A.J. GONZÁLEZ

M.J. Raya

M.J. Raya

Desde antes de la crisis del coronavirus ya se hacía uso en el hospital Reina Sofía de la farmacia hospitalaria domiciliaria. Sin embargo, la llegada de la pandemia ha contribuido al impulso de este servicio tan importante para lograr una mayor adherencia y seguridad a los tratamientos por parte de los pacientes. Las funciones de los farmacéuticos hospitalarios contemplan el uso racional de los medicamentos, elaboración y personalización de tratamientos que no están disponibles en la industria, dispensación y seguimiento de los medicamentos a pacientes ingresados o que ya están en su domicilio, participación en ensayos clínicos, monitorización de medicamentos en sangre, reenvasado de medicamentos para una mayor seguridad e individualización o las labores de compra, almacenamiento y distribución de los medicamentos. 

El hospital Reina Sofía, junto a otros centros hospitalarios de Andalucía, cuenta con un programa de envío de medicación de dispensación hospitalaria a domicilio para determinados pacientes que se encuentran fuera del hospital, como resultado de un convenio suscrito entre el Servicio Andaluz de Salud y la farmacéutica Novartis. 

El jefe del Servicio de Farmacia del Reina Sofía, José Ramón del Prado, asegura que, con el objetivo de mejorar la calidad del proceso farmacoterapéutico completo en aquellos pacientes con tratamiento crónico que no requieren revisiones médicas frecuentes para su seguimiento, y teniendo en cuenta además la seguridad del paciente y los resultados en salud, la farmacia hospitalaria ha incorporado en los últimos años un modelo de atención no presencial. Esta prestación se llama Home Delivery y permite mejorar la accesibilidad a los tratamientos.  

Candidatos

Los pacientes que en estos momentos se están beneficiando de este acuerdo en el Reina Sofía son, además de determinados enfermos crónicos, personas que reciben medicación en la farmacia hospitalaria y que presentan problemas de accesibilidad (por movilidad reducida, situación de dependencia o por residir a una determinada distancia del hospital).

Los beneficiarios son ciertos enfermos crónicos en situación de dependencia o movilidad reducida

José Ramón del Prado señala que el programa Home Delivery permite transportar y acercar el tratamiento de prescripción hospitalaria al paciente directamente al domicilio o llevarlo a puntos de dispensación más cercanos al enfermo para su posterior recogida, evitando así el desplazamiento del paciente al hospital. 

Aunque la crisis sanitaria del covid haya perdido algo de intensidad respecto a las olas precedentes, «la pandemia ha supuesto un cambio en nuestras vidas y forma de trabajar que va a permanecer», resalta el jefe de Farmacia. «El acercamiento de los tratamientos de farmacia hospitalaria a pacientes en sus domicilios o centros de salud ha supuesto durante la pandemia el eje central de nuestra actividad con el objetivo de evitar desplazamientos innecesarios a los enfermos. Para ello hemos contado con la ayuda de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH)», indica Del Prado. 

«En la situación actual de nueva normalidad, el acercamiento del tratamiento se ha priorizado a determinados enfermos con el objetivo de consolidar este modelo y potenciar la atención farmacéutica. En esta línea, para contar con un soporte que contribuya a seguir mejorando la asistencia farmacéutica, estamos trabajando en un proyecto con el Instituto de Salud Carlos III», expone José Ramón del Prado.

Parte de los tratamientos que se dispensan en la farmacia del Reina Sofía no están disponibles en la oficina farmacéutica de cualquier barrio. «Durante el 2020 dispensamos en el Servicio de Farmacia unas 560 especialidades farmacéuticas a pacientes no ingresados, lo que supuso un total de 63.000 medicaciones», precisa el jefe de este servicio del Reina Sofía. 

Los pacientes no ingresados que reciben tratamiento a través del hospital han subido un 25%

En concreto, los tratamientos que se distribuyeron desde este servicio hospitalario fueron terapias y fármacos no disponibles en oficinas de farmacia, medicamentos de uso hospitalario, fármacos no comercializados en España, medicamentos de diagnóstico hospitalario sin cupón precinto, tratamientos compasivos en fase de investigación clínica, medicamentos objeto de un ensayo clínico en curso, fármacos afectados por resoluciones extraordinarias del SAS, nutrición parenteral domiciliaria, fórmulas magistrales que no pueden ser elaboradas en oficinas de farmacia y otros medicamentos cuya dispensación asume el hospital. 

Modelos de trabajo

María Dolores López, farmacéutica responsable junto a Lucrecia García de la unidad de dispensación de medicamentos a pacientes externos, detalla que desde esta unidad se utilizan distintos circuitos para acercar los tratamientos a los pacientes, a través de los cuales se presta atención a unos 700 usuarios, de los que 425 reciben la medicación en su propio domicilio. María Dolores López apunta que en la última década el número de pacientes no ingresados que recibe medicación a través de la farmacia del Reina Sofía se ha incrementado un 25%. 

José Ramón del Prado explica que «la mayoría de los medicamentos innovadores que se dispensan desde el Reina Sofía se comercializan en España, pero una parte no. En casos de enfermedades graves invalidantes o que pueden poner en peligro la vida se hace necesario el acceso a estos tratamientos cuando no existe otra alternativa válida en nuestro país». Del Prado sostiene que la medicina ha experimentado en las últimas décadas un avance muy importante, lo que ha contribuido a una mejora de la calidad y de la esperanza de vida. Basta con pensar en el VIH, la hepatitis C, las patologías oncológicas o la esclerosis múltiple, enfermedades para las que se ha podido aumentar la supervivencia gracias a la innovación terapéutica. 

Según este experto, esto conlleva un aumento de costes para el sistema sanitario, por el alto precio de los medicamentos y la necesidad de buscar la eficiencia de los tratamientos. El proceso de selección recae en los servicios de farmacia de los hospitales, que, siguiendo criterios de eficacia, seguridad, adecuación y coste, buscan la mejor opción para los pacientes. 

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