El borrador del real decreto del Ministerio de Educación y Formación Profesional (FP) que regula el nuevo Bachillerato ha suscitado opiniones a favor y en contra de algunos de los cambios más significativos recogidos en esta norma, como la posibilidad de obtener el título con un suspenso y de realizar las pruebas de acceso a la Universidad con una asignatura pendiente, o la extensión de esta etapa educativa de dos a tres años en casos excepcionales.

A falta de conocer el desarrollo de la norma, el presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos FAPA Ágora, Francisco Mora, valoró ayer que la posibilidad de continuar con la educación con una materia pendiente «podría ayudar en algunos casos» y precisó que no se debería generalizar, sino «ver si el alumno ha adquirido las capacidades para poder seguir. Hay niños que, a lo mejor, el hecho de tirarle hacia atrás por una asignatura no le va a ayudar a continuar con su educación. Si los docentes piensan que puede seguir adelante, fenomenal», comentó. En este sentido, recordó que «no se sabe qué asignatura es la que se puede quedar, habrá que ver. El Bachillerato es una preparación para la selectividad, si el niño o la niña ha adquirido las capacidades para pasar el curso, entiendo que no hay mayor problema».

Sin embargo, María Luisa Lucena, la presidenta de la Confederación de Asociaciones Católicas de Padres y Madres de Alumnos (Concapa) de Andalucía y también de Concapa Córdoba, afirmó que «no vemos lógico» que estudiantes con un suspenso puedan realizar la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EVAU) y destacó que «la cultura del esfuerzo tiene que primar por encima de todo».

Por su parte, el responsable de la delegación cordobesa de la Asociación de Directoras y Directores de IES de Andalucía (Adian), Antonio Erencia, manifestó que «me gustaría ver cómo se desarrolla en la normativa la posibilidad de titular con alguna materia suspensa y poder hacer la EVAU, y con qué materia». En su opinión, «desde el punto de vista del alumnado, lo van a recibir muy bien. Hasta ahora ninguna ley orgánica ha previsto que se pueda titular un Bachillerato con una materia suspensa. Es evidente que contribuirá a mejorar la tasa de titulación, otra cosa es que podamos entender que un título que puede dar acceso a la Universidad pierda parte de su componente curricular», admitió.

Consultado por la incidencia que esta medida podría tener en los institutos, Erencia reconoció que «muy pocos alumnos repiten segundo porque le quede una materia. Desde los centros se hace todo lo posible, se hacen seguimientos, recuperaciones. Cuando alguien repite con una asignatura es porque no ha trabajado ni siquiera lo mínimo suficiente. El mismo borrador establece una serie de condicionantes, matiza mucho cómo tiene que ser el suspenso», recordó.

Tres años

Acerca de otra de las novedades destacadas del borrador, la posibilidad de ampliar a tres años el Bachillerato, el coordinador de Adian en Córdoba indicó que esta medida «no puede tener más que una valoración positiva», ya que algunos alumnos tienen circunstancias personales diferentes («los que cursan estudios de música, deportistas de alto rendimiento o algunos que tienen carencias», indicó) y esta medida «va a venir muy bien para recuperar a un alumnado que lo tenía más complicado de otra manera». 

Del mismo modo, el presidente de Fapa Ágora comentó que «hay que adaptarse a las necesidades del alumno. Hay niños que tienen otro ritmo y hacen en tres años lo que otros hacen en dos, pues no pasa nada». La presidenta de Concapa Andalucía coincidió en que «puede que haya niños que lo necesiten», pero subrayó que, en líneas generales, «no estamos de acuerdo con lo que se está planteando». 

¿Cómo lo ven ellos?

En cuanto a las primeras impresiones que el borrador del decreto que regula el nuevo Bachillerato (que entraría en vigor el próximo curso) ha suscitado entre los alumnos, las opiniones también son dispares. Este periódico ha consultado a dos estudiantes sobre algunos de los principales cambios e Ismael Gómez, del instituto Trassierra, entiende que acceder a la Universidad con una materia suspensa puede hacer que el alumno no tenga el nivel adecuado, mientras que Juan Manuel Ramírez, alumno del Ángel de Saavedra, opina que «es buena medida. Son los profesores quienes deben dar el visto bueno y a lo mejor los alumnos quieren hacer una carrera en la que no necesitan esa asignatura». 

Consultados por la posibilidad de que algunos alumnos dispongan de un tercer año para finalizar esta etapa, Ismael, que estudia primero de Bachillerato, señaló ayer que «de momento, noto que está bien de ritmo, pero mucha gente se queja. La gente dice que sí que hay muchos contenidos apelotonados en dos años y un tercero vendría bien».

Para Juan Manuel, que estudia el segundo curso, «los contenidos en algunas asignaturas no son especialmente difíciles, pero se dan en poco tiempo. A aquellas personas que practiquen deporte sí es verdad que les ayudaría. Creo que también se hace para alumnos de conservatorio y libera mucho estrés no tener la necesidad de ir tan rápido», afirmó.