El plan de convivencia constituye, según la Delegación territorial de Educación, «un aspecto del proyecto educativo que concreta la organización y el funcionamiento del centro en relación con la convivencia, que establece las líneas generales del modelo de convivencia a adoptar en el mismo, los objetivos específicos a alcanzar, las normas que lo regularán y las actuaciones a realizar en este ámbito para la consecución de los objetivos». Según Educación, el número de protocolos abiertos constatando existencia de acoso en Infantil y Primaria en el curso 2019-2020 fueron siete y todos de alumnas, mientras que en Secundaria llegaron a 16 (7 de alumnos y 9 de alumnas), lo que supuso un 0,02% respecto al alumnado matriculado.

«Ante todo, los centros se rigen por la normativa vigente, por la que se adoptan medidas para la promoción de la convivencia y se regula el derecho de las familias a participar en el proceso educativo de sus hijos e hijas», explica la orientadora escolar Lourdes Rubia. «Un alumno o alumna se convierte en víctima cuando está expuesto, repetidamente, a acciones negativas que se manifiestan mediante diferentes formas de acoso», expone. Sin embargo, subraya la importancia de «no confundir acoso con desencuentros esporádicos que no suponen inferioridad de uno de los participantes en el suceso y generalmente son resueltos a través del diálogo, mediación y actuaciones por parte del tutor». Rubia explica que «el trabajo en los centros debe realizarse en coordinación con toda la comunidad educativa (incluyendo a las familias como un pilar fundamental), apostando así por una educación «en equipo», integral del alumnado, donde no se aborde únicamente el ámbito curricular, sino que cada niño o niña se convierta en el protagonista de un aprendizaje donde la educación emocional forma parte, no solo de su jornada escolar, sino que continúe en casa, en sus relaciones sociales, y en diversos contextos, con el asesoramiento, participación e implicación de todos».

La Red Andaluza Escuela Espacio de Paz trabaja en compartir iniciativas, recursos y experiencias para la mejora de la convivencia escolar y la difusión de la cultura de paz, ampliando su número de centros educativos cada año. «Este curso están inscritos en Córdoba 269 centros, 35 más que el pasado», destaca Educación. Además, programas como RETO, creado por la psicóloga y maestra Eva Solaz, ofrecen recursos gratuitos creados por su equipo para ayudar a los alumnos a desarrollar sus competencias emocionales, mejorando así la convivencia.

«Con mis ojos y mi corazón puestos en la labor que desarrollo como orientadora, estoy segura de que la prevención es la clave de estas situaciones, así como tener las herramientas adecuadas para solucionar las distintas circunstancias de un modo más sencillo, más humano, sin llegar a invadir al otro», concluye Rubia.