La obra que transformará el antiguo mercado del Alcázar en un centro cívico ha salido a concurso y las empresas interesadas en ejecutarla disponen hasta el 15 de noviembre para presentar sus ofertas. Los trabajos que mantendrán la fisonomía que tenía el edificio en los años cincuenta salen a licitación por casi 600.000 euros y un plazo de ejecución de cinco meses, por lo que, si no hay retrasos, estará en obras en el 2022. El presidente de Urbanismo, Salvador Fuentes, ya presentó el proyecto en marzo de este año.

El inmueble está dividido en dos edificaciones, la del mercado y la del bar, y el proyecto solo se centra en la primera. Según consta en el documento, el interior del mercado aún conserva el pasillo central de compradores y las dos filas laterales de los puestos. La propuesta consiste en demoler las particiones interiores y los cerramientos de la fachada construidos en la remodelación que tuvo en el 1991 para dejar al descubierto la estructura original de los años cincuenta, que es un "interesante modelo de arquitectura temprana del movimiento moderno", señala el proyecto realizado por el arquitecto Javier Valverde. A continuación se restaurará la estructura original del mercado proyectado en 1952 por los arquitectos municipales Carlos Saénz de Santa María y Víctor Escribano Ucelay. Además, se construirá un nuevo volumen en el interior, que quedará separado del viejo y que tendrá su parte superior acristalada. En ese nuevo volumen irá el salón de usos múltiples, que será divisible en talleres mediante un tabique corredero, una sala para mayores, un estudio de edición gráfica y audiovisual, un almacén de material y aseos.

Fuera de este proyecto ya, Urbanismo plantea la necesidad de acometer la reurbanización del área libre del recinto donde se ubica el inmueble, ya que "la puesta en marcha del nuevo equipamiento social demandará la posibilidad de uso y disfrute de todo ese espacio peatonal enclavado en una zona de valor patrimonial", y la restauración y adecentamiento del lienzo de muralla, que actualmente está muy deteriorado en sus partes superiores.

El mercado iba a ser sede del IESA e incluso se impulsó una innovación de PGOU para ello. Sin embargo, el IESA renunció a sus planes y el edificio, que se encuentra sin uso, no llegó a demolerse.

Paralelamente a este concurso hay abierto otro para una asistencia técnica para la dirección de la obra. Uno de los lotes de ese concurso ha quedado desierto. El gobierno local de PP y Cs ya introdujo en sus primeros presupuestos una partida para recuperar el antiguo mercado para uso vecinal.