Los vecinos de Ciudad Jardín denuncian desesperados la situación de inseguridad y ruido que están viviendo las últimas semanas y que se ha visto empeorada con la vuelta del ocio nocturno. Aunque no es en todo el barrio, hay al menos dos puntos calientes donde se están produciendo problemas graves de inseguridad por el botellón y las concentraciones masivas: Camino de los Sastres (donde este fin de semana Urbanismo retiraró veladores) y el parque Julio Anguita Parrado. El presidente del consejo de distrito Poniente Sur, Francisco Luis Porras, y el presidente de la Asociación de Vecinos Nueva Ciudad Jardín, Antonio Gallego, dan fe del «clamor popular» y «el profundo malestar» que cunde entre los vecinos, «cansados de llamar a la policía y denunciar para que nada cambie». La semana pasada el consejo de distrito tuvo una reunión con responsables de Seguridad del Ayuntamiento y el viernes, se reunirán con la subdelegada del Gobierno, Rafaela Valenzuela, para exigir más presencia policial en la zona. También están a la espera de que se celebre una junta local de seguridad para abordar este asunto. 

«Camino de los Sastres está insoportable: riñas, ruido, bares que se sancionan y siguen abiertos...», denuncia Porras, que cree que el botellón está dando lugar a situaciones peligrosas, como agresiones, peleas y roturas de automóviles y mobiliario urbano. «Con estos problemas llevamos ya mucho tiempo, pero los vecinos están sufriendo la vuelta del ocio nocturno y el botellón sobre todo los fines de semana, que son mortales». 

Los problemas no solo se dan en la vía pública, según explican los vecinos, ya que muchos bares de copas «venden bebidas alcohólicas a menores» y otros muchos son «reincidentes, es decir, que aunque se les multe siguen incumpliendo las normas», comentan. «Hemos intentado hablar con Hostecor para ver qué solución podemos darle, pero la realidad es que «parece que no hay solución», dice Porras. 

Lo que entienden más efectivo es la presencia policial. De hecho, consideran que la actuación el fin de semana pasado en Camino de los Sastres ha sido muy útil. No obstante, no quieren lanzar las campanas al vuelo. «Entendemos que hay un problema de falta de agentes de policía, tanto Local como Nacional o Autonómica, pero no queremos que se enquiste esta situación».

Antonio Gallego también dice que los últimos meses han sido «mortales de necesidad», y que en ese tiempo le han llegado numerosos mensajes de vecinos para denunciar los «efectos secundarios del botellón: rotura de cristales en las portales, retrovisores rotos y la semana pasada fue una pelea de bandas», comenta. Aunque teme que esta denuncia pública estigmatice Ciudad Jardín, admite que los vecinos no pueden más.