El riesgo de pobreza y exclusión social afecta, como mínimo, al 35% de los cordobeses, 273.000 personas en cifras absolutas, de acuerdo con las estimaciones facilitadas desde la Red Andaluza de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN Andalucía), que este viernes ha presentado el trabajo La pobreza que llega. Informe sobre el Estado de la Pobreza en Andalucía 2008-2020.

El documento recoge que algo más de una tercera parte de la población andaluza (2,97 millones de personas) se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión. Consultado por estas cifras, el responsable del grupo de EAPN en Córdoba, Francisco Jiménez, puntualiza que en esta provincia «estamos peor que en España y en Andalucía. Por desempleo y por la situación de desigualdad, los resultados suelen ser incluso más graves», por lo que el referido porcentaje podría aplicarse a Córdoba teniendo en cuenta esta consideración.

El documento subraya el impacto que la pandemia de coronavirus ha tenido en las familias e indica que la tasa Arope, que mide el riesgo de pobreza y exclusión social (At Risk Of Poverty and/or Exclusion), se sitúa, como se ha referido, en un 35% y ha bajado dos puntos porcentuales en un año (es de un 26,4% en España). A pesar de esta reducción, Andalucía «es la tercera región con la tasa Arope más alta, solo por detrás de Extremadura y Canarias», señala el informe.

En la misma línea, el texto destaca el incremento de la privación material severa, que afecta a un 8% de los andaluces (un 7% de los españoles) después de aumentar dos puntos en un ejercicio. Esto quiere decir que más de 62.000 cordobeses no pueden permitirse cuatro de los siguientes elementos: una comida de carne o pescado, al menos, cada dos días; mantener la vivienda con una temperatura adecuada; afrontar gastos imprevistos; estar al corriente en el pago de gastos de la vivienda principal; ir de vacaciones, como mínimo, una semana al año, y disponer de teléfono, televisor, lavadora o coche.

En referencia a esta evolución, Jiménez destaca que con la crisis sanitaria, «sobre todo, han bajado los ingresos económicos familiares por la falta de empleo». «Hay mucha población que estaba en riesgo de pobreza y ahora pasa a pobreza severa por la privación de ingresos», comenta, aludiendo a los «trabajadores pobres y familias que no llegan a final de mes».

Así, el estudio llama la atención sobre esta última circunstancia y apunta a un «gran aumento de las personas que llegan a fin de mes con mucha dificultad», cuya proporción ha pasado del 10,8% del 2019 al 14,8% actual. De acuerdo con esta cifra, son más de 115.000 los cordobeses que viven este problema.

Más dificultades en hogares con niños y adolescentes

El informe El estado de la pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2008-2020 también fue difundido ayer e indica que la existencia de niños y adolescentes en el hogar «aumenta claramente la probabilidad de caer en situaciones de vulnerabilidad», una consecuencia que desde EAPN explican recordando que estas familias tienen más gastos. La situación es más complicada para los hogares monoparentales, ya que, «aproximadamente, la mitad de las personas» que los conforman (según el citado documento) está en riesgo de pobreza y o exclusión social a nivel nacional.

El 61% de las mujeres cobran por debajo del SMI

La mayoría de las familias monoparentales son encabezadas por mujeres y Francisco Jiménez admite que, «al final, la feminización de la pobreza sigue estando ahí», haciendo referencia a «la falta de acceso a bienes y servicios, no solo al empleo, en muchas ocasiones, por tener más responsabilidades familiares». 

El informe de EAPN sobre Andalucía recoge que las mujeres perciben en Córdoba un salario medio de 12.359 euros (frente a los 13.192 euros de media regional) y esta cantidad es inferior a la que cobran los hombres en 3.723 euros. Del mismo modo, refleja que el 61% de las ocupadas en la provincia cobra por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (el 58,7% en Andalucía).

El responsable del grupo provincial de EAPN subraya que el riesgo de pobreza «afecta muchísimo a los niños» en distintas cuestiones como la brecha digital, aparecida con más fuerza a raíz de la pandemia. «Los menores son los que más acaban sufriendo la desigualdad», asegura, al tiempo que apunta, a modo de conclusión, que «desigualdad, pobreza y pobreza severa tenían datos muy preocupantes, el covid ha venido a sumar familias».