La posibilidad de que un volcán emerja en Las Ermitas de Córdoba es más que remota. Pero a veces la mejor forma de hacerse una idea de las dimensiones de una catástrofe como la que sufre estos días la isla de La Palma es intentar extrapolar algunos datos. De esta forma, gracias a la posibilidad gráfica de superponer la mancha de la colada de lava del volcán de Cumbre Vieja sobre el mapa de Córdoba, respetando las dimensiones entre ambos territorios, se puede visualizar lo que supondría esa catástrofe de registrarse en el término municipal cordobés.

Un ejercicio que requiere sobre todo imaginación, pues ni de lejos pretendemos que tenga un carácter científico. Si quisiéramos simular realmente los efectos de la erupción de La Palma situando la boca del volcán en la Sierra de Córdoba, habría que tener en cuenta numerosas variables. Para empezar, la orografía del terreno o los edificios y otros obstáculos que la colada de lava encontraría a su paso y condicionarían su trayectoria. Baste señalar que en el caso del volcán de La Palma los científicos han empleado desde imágenes por satélite gracias al sistema europeo Copernicus EMS a complejos modelos matemáticos y potentes ordenadores dotados con los más sofisticados programas de simulación. Y eso ante un caso real, aquí hablamos de una posibilidad casi de ciencia ficción.

La lava se pararía ante la Mezquita-Catedral

En el gráfico, por ejemplo, la lava baja desde Las Ermitas y en un recorrido de 5,2 kilómetros cruza la ciudad arrasando zonas emblemáticas: parte de El Brillante, Huerta de la Reina, toca también al Parque Figueroa y un importante tramo de Ciudad Jardín, cruza Vallellano... Pero fuera del alcance de la lava quedan muchos barrios y áreas de la ciudad, por ejemplo la mayoría de las parcelaciones o las barriadas periféricas. En cualquier caso, se verían afectadas miles de personas. En nuestra recreación, la colada baja de Las Ermitas, cruza la ciudad y se detiene justo antes de llegar a la Mezquita-Catedral. Claro que, como el volcán no ha cesado de lanzar lava y sigue haciéndolo, a estas alturas es más que posible que el emblemático monumento hubiese sucumbido ante las fuerzas de la naturaleza y llegado al Guadalquivir.

Superposición de la mancha de lava de la erupción de La Palma sobre la ciudad de Córdoba, situando la boca del volcán en Las Ermitas. GRÁFICO: RAMÓN AZAÑÓN

Pero no olvidemos que si en este artículo nos estamos permitiendo jugar con la imaginación, en La Palma la tragedia es muy real. Córdoba es consciente, y hasta la capital y la provincia ha llegado la ola de solidaridad con la isla. Juana Toro, natural de Fernán Núñez y residente en La Palma desde hace nueve años, está viviendo la catástrofe en primera persona, como contó a Diario CÓRDOBA, y ha emprendido una campaña de ayuda entre sus paisanos y de otras localidades cordobesas, para la compra de productos de primera necesidad destinados a quienes lo han perdido todo.

Sequía, incendios o inundaciones, amenazas reales

La amenaza de una erupción volcánica en Córdoba es remota, sí, pero lo ocurrido en La Palma, el reciente incendio de Sierra Bermeja en Málaga o las inundaciones de la última DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos o la más popular gota fría como le llamábamos no hace tanto) vuelven a recordarnos, a todos, que ningún territorio está libre de sufrir una catástrofe natural y que hay que estar preparado. En Córdoba, las principales amenazas de catástrofes, reales aunque más o menos cercanas, serían la sequía, los incendios forestales y las inundaciones en el valle del Guadalquivir. Precisamente este mes de octubre la Junta Andalucía prepara un gran simulacro de emergencia regional en el que se pondrá a prueba la respuesta de la comunidad ante un gran terremoto en la zona oriental de Andalucía (Almería, Granada y Málaga), un maremoto en el Golfo de Cádiz (Cádiz y Huelva) y unas graves inundaciones en las provincias del Valle del Guadalquivir (Jaén, Córdoba y Sevilla).

El ejercicio, que no tiene precedentes en la región y al que se ha denominado RespuestA 21, se desarrollará los días 19, 20 y 21 de octubre. Y por supuesto, entre esas situaciones de emergencia no se incluye la de un volcán.