El 15 de octubre el jurado del Festival Internacional Flora dará a conocer por fin el ansiado veredicto de la obra de arte floral ganadora de esta edición y el público cordobés, y visitante, podrá por fin saciar su curiosidad. Mientras, las instalaciones del patio de los Naranjos de la Mezquita- Catedral, el patio barroco de la Diputación, el Patio segundo del Museo Arqueológico, el patio central de la Posada del Potro y el patio de las columnas del Palacio de Viana continúan su metamorfosis a manos de los equipos artísticos y sus líderes.

Flora no se estanca. Este miércoles tuvo lugar la presentación de las dos obras enmarcadas en el Festival que, a pesar de no entrar dentro del certamen, siguen siendo un atractivo por cumplir con una máxima indispensable de las bases de este año, la sostenibilidad. La Caja negra del Centro de Creación Contemporánea (C3A) se adueñó de los olfatos de los asistentes a la presentación de 250 kg de flores de lavanda, la obra en la que Herman de Vries esparce flores de lavanda secas en el suelo en forma de un círculo perfecto, con la que critica cualquier intervención artificial del ser humano en la naturaleza. Vries se siente muy irritado cuando ve su nombre escrito en mayúscula, pues para este horticultor y artista integrante del grupo alemán Zero, influido por el budismo y el taoísmo, las jerarquías y las autorías son inútiles.

La obra '250 kg de flores de lavanda' de Herman de Vries se expone en el Centro de Creación Contemporánea FRANCISCO GONZÁLEZ

Simultáneamente, el Museo Arqueológico inauguró Dibujando el otoño en el aire, del artista cordobés Javier Flores, que consta de las instalaciones Guirnalda para tiempos convulsos y Alas de insectos, cuya propuesta trata de dar importancia a las representaciones naturales a lo largo de la historia, con flores talladas en mármol que evocan la época romana. Un complemento al árbol colorido de Inés Urquijo y Nuria Mora que va tomando forma en el patio del mismo Museo Arqueológico. 

El florista de la Casa Real Británica Shane Connolly quedó tan impresionado al ver el Patio de los Naranjos que su máxima inamovible del respeto a las estaciones florales, y a su convivencia con el entorno al que pertenecen, cobró un sentido especial. Cada vez se descubren más detalles de su ejercicio de «mímica» con el que replica los canalones de los arriates de este patio histórico, aunque Connolly mantiene su actitud reservada. Solamente se sabe que en su instalación el agua tendrá un papel fundamental, así como las flores de Andalucía. Ayer el creador ofreció una conferencia en el Centro de Visitantes en la que desveló más detalles, como su intención de respetar al máximo «la fuerza espiritual de la Mezquita» y su entorno, por lo que utilizará agua proveniente de los pozos del patio, así como su decisión de reproducir la pieza de música Vida Aquam de Tomás Luis de Victoria, para acompañar a los visitantes mientras depositan una flor por cada uno de sus familiares y amigos fallecidos a causa de la pandemia.

Todo el suspense que se ha esparcido en Córdoba en torno a su persona, a Connolly parece no alterarle demasiado, pues mantiene la misma actitud relajada y humilde cuando menciona un centro de mesa para un cliente anónimo que cuando le preguntan por sus trabajos para la realeza. Sin embargo, mientras una de las asistentes florales de Connolly, Lily, limpiaba la estructura de acero reciclado que sostendrá las flores, la joven británica comentó a este diario que el Patio de los Naranjos causó una gran impresión en todo el equipo, lo que por supuesto incluye a Connolly.

El Palacio de Viana, en cuyo patio de columnas se levantará la obra del belga Tom de Houwer, celebró ayer un encuentro con este artista floral bajo el título El poder transformador del arte floral, en el que el artista no se enfrenta a ninguna experiencia nueva, puesto que es mundialmente conocido en el mundo de la representación floral por su labor didáctica, en la que trata de fomentar en cualquier apasionado de este ámbito el «equilibrio entre la perfección y la autenticidad». De su representación solamente se sabe que contendrá bambú y que, en palabras del propio artista en respuesta a este diario, «se vio impresionado por trabajar en un espacio tan en calma pero en el que, al mismo tiempo, suceden tantas cosas». Por ahora el certamen solo lo gana la curiosidad.