Qué puede motivar internamente a artistas de Bélgica, Dinamarca o Reino Unido a pintar con flores los lienzos en blanco de los espacios históricos de Córdoba. El Festival Flora 2021 ha demostrado ser a lo largo de sus ediciones, más que un concurso, un homenaje a la belleza de lo efímero en relación con el entorno. Un intercambio de lenguajes. Una invitación al disfrute de los sentidos y a la reflexión personal y colectiva. El contexto trágico que precede a esta edición, junto con el tema central en torno al que deben trabajar los distintos grupos artísticos, La Fuerza, ha inspirado en un sentido muy concreto el concepto alrededor de algunas de las obras de este año.

La mayoría de instalaciones florales que dotarán de nuevo sentido a espacios emblemáticos de Córdoba son todavía un misterio. En los patios vacíos se intuyen solamente unos cuantos andamios, la rudeza de unas cuerdas de hierro, que en unos días sostendrán joyas suaves. La parte más desagradable de un bello florecer está ahora al descubierto y evoca una metáfora muy evidente. 

En el patio de la Posada del Potro, el equipo de asistentes florales de Terabitia, el nombre artístico de Carolina Estévez, desembala unos soportes de plástico pintados en cobre, que simularán las esporas del enorme diente de león que reinará en la antigua corrala. «El diente de león gigante que crearemos saldrá de una grieta artificial que pondremos en el suelo y que simboliza la herida creada por los acontecimientos y la adversidad», comenta Carolina Estévez sin apartar la vista de los tubos de plástico color cobrizo. «El diente de león nos va a invitar a regresar a nuestra infancia, a pedir un deseo que levante las esporas que se esparcirán por todo el espacio», explica con emoción la artista. Las flores empleadas aun no han llegado, pero son de Andalucía, todas blancas. Estévez cuenta que el patio de la Posada del Potro, su antecedente de corrala de vecinos, le evoca la hermandad, la amistad, con los pequeños detalles «intrínsecos». Todo ello le ha llevado a querer sumergir al público que visite la instalación en «ternura, sensibilidad y fuerza», cuando se sitúe frente al gran diente de león para soplarlo. 

Fuerza interna. Tom de Houwer optará por el bambú. MANUEL MURILLO

En el Patio de los Naranjos de la Mezquita- Catedral, uno de los canalones de agua luce más oscuro de lo habitual. Esta estructura de acero reciclado, que imita a las figuras dibujadas en el suelo empedrado, será pronto un oasis fresco en el que flotarán flores de la zona. Su artífice, el británico Shane Connolly, ha dejado a cargo a su ayudante Lili Fitch, visiblemente agradecida por trabajar en un entorno «con el que todo el equipo de floristas se emocionó», explica, cuando lo vieron en persona, tras haber definido su elección del espacio a partir de fotografías que vieron por primera vez desde Londres. Lili cuenta que la intención de Shane Connolly es incentivar la participación del público, que podrá colocar flores en el estanque artificial para honrar a los fallecidos por la pandemia.

En el Patio de las Columnas del Palacio de Viana, el belga Tom de Houwer da instrucciones a su equipo junto a unas tablas de madera; es lo único que se puede percibir todavía de la idea que el artista tiene en mente, quien, cuando vio el patio por primera vez, quedó impresionado por «la quietud del lugar y el sonido del agua la fuente», explica. Para Houwer, lo significativo de la fuerza es encontrar la que hay en el interior de cada uno y que representará con «muchas flores de colores, entre ellas plantas de bambú, procedentes de España», explica. La pasión con la que da a conocer el concepto en torno a su obra floral no esconde el nerviosismo por un trabajo laborioso. 

La dificultad que supone cumplir el itinerario de la estructura que sostendrá a las flores se percibe en el equipo de Inés Urquijo y Nuria Mora, demasiado ocupadas con las estructuras que levanten en gloria el patio del Museo Arqueológico como para atender a los medios.

Estructura giratoria. ’Tableau’ promete sorprender. MANULE MURILLO

La estructura más recia y evidente se encuentra en el centro del Patio Barroco de la Diputación. El colectivo danés Tableau ha organizado una compleja estructura giratoria que unos esforzados operarios levantan con cuidado de no dañar a los pocos curiosos que se acercan. «Si sale adelante lo que tiene planeado este grupo de Flora, desde luego va a ser increíble», comenta Javier Sánchez, gerente de Grupo Cero, la empresa de montaje encargada de esta estructura y de un motor hecho en Córdoba especialmente para esta ocasión, que hará girar cientos de flores frente al público.

Arte plástico y floral. La unión de Inés Urquijo y Nuria Mora en el Museo Arqueológico es un misterio. MANUEL MURILLO

Nada más evidente que una gran estructura de metal, nada más intrusivo que eso en un espacio de importancia espiritual, cultural y simbólica. Pero es necesario un interior fuerte e imbatible que sostenga las apariencias frágiles, efímeras y hermosas. Sucede lo mismo con quienes se nutran del arte floral a partir del próximo día 15. Más fuertes y más frágiles tras todo lo vivido.