Juan Carretero Lucena (Granada, 1971), coronel de la Guardia Civil, llegó con 19 años a la Benemérita empujado por un padre Policía Nacional. Fue número 1 de su promoción y desde entonces no ha dejado de engrosar su curriculum, que ha paseado por la Nerja de Verano Azul y la Moncloa de Aznar. A la Comandancia de Córdoba, de donde no se quiere ir aún, llegó como teniente coronel hace 4 años. Vive con su mujer y sus dos hijos en la casa cuartel de la Victoria, compartiendo penas y alegrías con el resto de guardias. Pese a la complejidad del cargo, cuesta encontrar a alguien que hable mal de él. 

-Después de una semana siendo la Comandancia de Córdoba anfitriona a nivel nacional de los actos de la patrona, ¿cómo llega al sprint final, coronel?

-Con mucha ilusión todavía. Es verdad que ha sido mucho trabajo y se acusa el cansancio, pero con la satisfacción del deber cumplido. Queríamos preparar un proyecto ilusionante para que la ciudadanía lo disfrutara y por lo que hemos ido viendo ha merecido la pena todo el esfuerzo y cariño puesto.

-La Guardia Civil se ha esforzado en proyectar una imagen de cercanía y modernidad, ¿cree que se ha cumplido el objetivo?

-Espero que sí. Me corresponde casi valorarlo desde la barrera y preguntarle a los ciudadanos. Lo que sí hemos hecho es darnos a conocer en cada uno de los rangos de edades y de actividades a las que nos dedicamos. Es decir, hemos cuidado tanto la tradición de 177 años de historia, con conferencias; como nuestra naturaleza militar, con desfiles e izado de bandera, como nuestros retos de futuro, con una jornada de ciberseguridad. Nos ha salido un acto precioso para alumnos de 3º de la ESO en el marco de la igualdad, que es una de nuestras líneas estratégicas. En ese acto, mujeres de uniforme dieron testimonio de vida y explicaron por qué eligieron esta profesión.

«Lo de la patrona ha sido mucho trabajo pero tenemos la satisfacción del deber cumplido»

-El ministro Marlaska hizo en su visita importantes anuncios que afectarán a la Guardia Civil en Córdoba con el cambio de la Comandancia de teniente coronel a coronel. ¿Qué supondrá a efectos prácticos?

-A efectos prácticos es un escalón en una tendencia que llevamos luchando varios meses y para la que tenemos el apoyo de mi dirección general. Córdoba como provincia y sociedad está creciendo en complejidad institucional y en proyectos de futuro ilusionantes. En ese sentido, la Guardia Civil tiene que estar preparada con capacidades suficientes para dar una buena respuesta. Era la única provincia andaluza en la que no había un coronel. Esta noticia viene acompañada de nuevos equipos para luchar contra la ciberdelincuencia y del refuerzo de determinados cuarteles en la provincia. El coronel es un hito en el camino importante, pero solo una parte del refuerzo que tendrá la Guardia Civil en Córdoba.

-También habló el ministro del Interior de las mujeres guardias y “del suelo pegajoso” al que se enfrentan para escalar en la cadena de mando. ¿Comparte esa visión? ¿Qué porcentaje de mujeres guardias hay actualmente en Córdoba y cuántas son mandos?

-El mensaje del ministro era importante: necesitamos más mujeres que ingresen en la Guardia Civil y por eso nos esforzamos en hacerla más atractiva. Son cifras similares a las nacionales entorno al 8%. algo más bajas en Córdoba. Fluctúa el número de guardias que cada año llegan a las provincias, en las academias el año pasado entraron un 30% de mujeres. La valoración es que estamos haciendo un buen trabajo, pero no es suficiente porque partimos de una situación deficitaria. Otro anuncio del ministro que puede favorecer esta entrada de mujeres es que se vaya a permitir acceder a personas con titulación universitaria. Es decir, hay licenciadas en Biología o Ortodoncia, a las que les costaba empezar desde el nivel guardia civil con una oposición, ya de por si dura, para después ir escalando dentro de la institución. Ahora podrán entrar directamente con una formación de uno o dos años como tenientes de la Guardia Civil.

Juan Carretero, coronel de la Guardia Civil, en la Comandancia de Córdoba. A.J. GONZÁLEZ

-¿Qué cree que aportará esta savia nueva y cualificada?

-Muchísimo. Tenemos una juventud cada vez más preparada. Nosotros lo presenciamos aquí gracias al convenio con la UCO para que hagan prácticas los universitarios. En los últimos años, hay muchísimas peticionarios de nuestra oferta pública de empleo. El nivel es altísimo y entre los que entran hay doctores, másters, graduados... Pero no es solo importante el nivel académico, esta es una profesión de vocación: la de servir al ciudadano.

«Somos una provincia cuna de guardias civiles, que quiere muchísimo a la Guardia Civil»

-Esas incorporaciones están vinculadas a los nuevos delitos, la ciberdelincuencia, de ahí que se hayan creado los llamados Equipos @. En Córdoba ya funciona uno con cinco agentes. ¿Están ya trabajado sobre un caso concreto?

-Hace 3 años ya vimos un aumento muy relevante de los delitos por internet, casi todos estafas. Conseguimos que el personal de seguridad ciudadana (las patrullas) adquiriesen capacidades para hacer una pequeña investigación. Además, desde el último año, Córdoba forma parte de un proyecto piloto de la Guardia Civil que ha cristalizado en los equipos @. No solo buscamos investigar, también saber comunicar y crear cultura de ciberseguridad en todos los ciudadanos. Es decir, vamos a combatir el delito, pero también haremos una labor de prevención a través de un protocolo de colaboración con la Diputación, que se firmará en breve.

-Cada vez tienen más frentes abiertos, ¿cuenta usted con suficientes agentes para llevar a cabo todas estas tareas? Hay pueblos que siguen compartiendo agentes…

-Nunca es suficiente, es lo que le diría cualquier directivo en cualquier otra institución. A mi me gustaría tener una provincia con más agentes, con los coches más nuevos, pero dentro del contexto nacional, no olvidemos que somos una provincia cuna de guardias civiles, una provincia que quiere muchísimo a la Guardia Civil y una provincia con atractivo enorme para los guardias, por lo que el número de vacantes es mínimo. Tenemos unos porcentajes de cobertura altísimos y un personal muy estable. Eso es una fortaleza, tener un personal comprometido y motivado en Córdoba. Con eso se mantienen unos niveles de seguridad ciudadana ejemplares y nos podemos permitir hacer frente a nuevos retos. Si a la Guardia Civil se le pudiera poner otro adjetivo aparte de benemérita es el de versátil, estamos continuamente adaptándonos por tierra, mar y aire a los nuevos retos que plantea la seguridad ciudadana.

-¿Si el Duque de Ahumada levantara cabeza, conocería a la Guardia Civil?

-Yo creo que sí, fue revolucionario en sus inicios, se nutrió de los mejores del Ejército, pidió un sueldo digno para asegurarse de que seguirían los principios éticos de la cartilla y vino a ocupar un sitio sin precedente en el modelo de seguridad en España. Salvando muchísimas distancias, 177 años después, el modelo de seguridad pública en España ha mantenido a su Guardia Civil, que sigue haciendo frente a los retos ya sea con drones o protegiendo el patrimonio submarino.

-Estoy viendo ahí al Rey, menuda sorpresa cuando lo llamó durante el covid, ¿no?

-Uno de los mayores honores en mi vida profesional. Fueron unos minutos de una conversación entrañable, de un jefe del Estado muy preocupado por cómo estaba siendo la vida de los guardias civiles y con qué espíritu estaban afrontando este servicio. Por supuesto dijo que no esperaba menos de la Guardia Civil.

-Esas llamadas se avisan antes, imagino.

-Unas horas antes recibes la comunicación oficial desde la dirección general y te dicen: "Te va a llamar el Rey. ¿Tengo que preparar algo? No, tienes que hablar con naturalidad". Y así fue, el Rey estaba muy informado y preocupado por cómo estaban llevando los ciudadanos de Córdoba las duras medidas restrictivas en el estado de alarma.

El Rey estaba muy informado y preocupado por cómo estaban llevando los ciudadanos de Córdoba las duras medidas restrictivas en el estado de alarma"

-Parece que ha llegado el final del covid.

-Ojalá, lo que sí podemos dar testimonio es de las ganas que tenían los ciudadanos de salir a hacer vida normal. El botón de muestra han sido los actos de la patrona, con asistencia masiva. Esperemos que si vuelve otra ola no sea de efectos tan severos. Nuestra preocupación tiene una vertiente externa y otra interna: mantener guardias civiles sanos capaces de seguir prestando el servicio. Hemos tenido compañeros en hospitales, aunque por fortuna ninguno en activo fallecido por covid.

Juan Carretero, coronel de la Guardia Civil, en la Comandancia de Córdoba. A.J. GONZÁLEZ

-Como institución, qué ha aprendido la Guardia Civil en esta pandemia.

.Que el despliegue territorial se ha demostrado fundamental frente a alguna pretensión de concentrarnos, de no estar en tantos cuarteles. Se ha demostrado esa importancia, por ejemplo, en el reparto de mascarillas el mismo día. Ese despliegue es importante también porque tenemos que luchar contra la España despoblada. Estamos interesados en que haya prosperidad en todos los pueblos porque es el sitio donde viven nuestras familias y prestamos servicio al ciudadano.

-Lleva ya 4 años en la ciudad, ¿le gustaría quedarse?

-Sí, no me ha dado tiempo a la mitad de los proyectos que mis compañeros me tienen preparados. Soy afortunado porque 4 años es un periodo bastante largo para los destinos de los jefes. El anuncio del ministro conllevaba esa posibilidad, ahora hay que esperar a que se publique y a que lo soliciten los coroneles que estén interesados, pero cuento con el apoyo de mis compañeros y de mis jefes.

-Con 19 años ingresó en la Academia General Militar, lo tuvo claro muy pronto, ¿tradición, vocación?

-Mi padre, de procedencia militar, era policía nacional. Él me animó y le estoy eternamente agradecido porque no se equivocó. Pero creo que con 18 años o tienes la vocación muy forjada o la mayoría no sabe qué quieren ser. En esta Comandancia hacemos una experiencia muy bonita cuando los jóvenes piden ingresar en las academias. Contamos con la amabilidad de varios hijos de compañeros del cuartel que están en el cuerpo, entre los que hay una dama alférez cadete de 4º curso, que se prestan todos los años a explicarles a los aspirantes en un desayuno y en un ambiente distendido qué se hace en una academia, qué ropa te tienes que llevar o si se estudia mucho.

-¿Qué sintió la primera vez que se puso un tricornio?

-Probablemente seamos el único cuerpo policial del mundo que tiene el mismo sombrero desde el guardia civil hasta el general.

-En qué modelo de conducta le ha gustado mirarse para ser un buen guardia.

-En muchísimos, en mis compañeros, en los jefes que he tenido y en los valores que aprendí en mi familia. He tenido compañeros excelentes y unos jefes a los que envidio y admiro. He tenido la suerte de llegar a Córdoba y encontrarme el mejor equipo del mundo.

Juan Carretero, coronel de la Guardia Civil, en la Comandancia de Córdoba. A.J. GONZÁLEZ

-De su curriculum lo que más me llama la atención son los trabajos en el departamento de seguridad de la Presidencia del Gobierno o el de la Secretaría de Estado, entiendo que muy diferentes a los de la Comandancia. ¿Qué es más complejo lidiar con la tropa o con los políticos?

-Tiene sus momentos. Una comandancia te da cercanía a los compañeros y a los ciudadanos. Las decisiones que tomas tienen efecto, se pueden ver y eso es muy gratificante. En sitios como la secretaría de Estado se tratan temas de cooperación policial internacional, terrorismo o inmigración, donde nunca veías el resultado, aunque eras consciente de la grandísima responsabilidad que tenías de expresar la opinión de la Guardia Civil o de España en determinadas reuniones. Lo bonito es que la Guardia Civil te permite ser piloto de helicópteros, motorista del Seprona, patrón de embarcación o asesor en temas internacionales de terrorismo, por eso no me canso de recomendar esta profesión a quien de verdad tenga vocación de servicio al ciudadano.

-¿Si no hubiera sido guardia, qué le hubiera gustado ser?

-No me lo he planteado mucho, pero antes de saber el resultado de los exámenes eché los papeles en la Universidad de Granada en Ingeniero de Caminos, aunque a mi me gustaba más Biología.

-¿Ha vivido en una casa cuartel? ¿Qué aprende ahí uno que no aprenda en otro sitio?

-Sí, actualmente vivo en la comandancia, también en la de Sevilla y en los cuarteles de Mollina y Nerja. Es un concepto novedoso, único, que hace que no sea solo el guardia civil sino toda su familia con la que se conviva. Hoy día la sociedad va en otro sentido, y te puedes mover tú, ir y venir en el AVE... pero hubo un momento histórico en el que eran familias enteras montándose con cuatro maletas en un tren y apareciendo en un pueblo, y ahora a ver dónde está el cuartel. Ahora hay casas cuarteles en Córdoba que son instalaciones muy dignas gracias al Estado, la Diputación y a los ayuntamientos. Se trata de animar a los guardias a vivir en el cuartel porque eso le da seguridad al alcalde, al capitán y a todos.

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Es un concepto que responde a la inmediatez y a la vocación de servicio. Vivir en una casa cuartel tiene un plus de singularidad. Aquí mismo a las 3 de la mañana organizamos el dispositivo que va a ir a desarticular una plantación de marihuana en un pueblo de la provincia. Algunos episodios que se viven aquí no se viven en una calle cualquiera de la ciudad. Eso hace que nuestras familias tengan mucho mérito porque nos aguantan y nos quieren. Cuando a las 8 en plena pandemia se daban aplausos a los sanitarios aquí se hacía eso y luego se cantaba el himno de la Guardia Civil. Por eso en el acto central se les hizo un homenaje.

-¿Cuándo se hará efectivo el traslado en Puente Genil?

-Estamos trabajando en ello, aunque hace falta una parte digamos documental. Mientras tanto la dirección general de la Guardia Civil ha descentralizado crédito para ir adquiriendo mobiliario y telecomunicaciones. Tenemos una programación de dos o tres meses para el día que digamos dejamos de prestar servicio aquí vámonos todos que esta tarde lo prestamos desde allí.

-¿Cuál ha sido el destino en el que ha aprendido más y cuál fue su peor momento como guardia?

-Me han gustado todos y el mejor, el actual. Han sido experiencias muy distintas: he estado en la Nerja de Verano Azul y en la Moncloa. En todos he aprendido de magníficos profesionales. El peor momento, con diferencia, cuando ha caído algún compañero en acto de servicio. La Guardia Civil ha vencido con las herramientas del estado de derecho al terrorismo nacional que teníamos. Fue durísimo asistir a los funerales por aquellos compañeros. Gracias a dios, estamos en otros tiempos y nuestros cuarteles están cada vez más abiertos. En Córdoba es una alegría porque vivimos de cara a la calle y eso es lo que queremos impulsar.

-Hace un par de semanas, convocados por la AUGC, miles de guardias reclamaron mejores condiciones laborales y el cumplimiento del acuerdo de equiparación salarial con las policías autonómicas, ¿Cree que es justa su reclamación?

-No las conozco al detalle, pero lo que sí es una buena noticia es que tenemos un funcionamiento natural de las asociaciones profesionales en el seno de la Guardia Civil. De hecho estamos en periodo electoral a consejo de la Guardia Civil. En cuanto a las retribuciones, hay un acuerdo que está en vigor y ha supuesto una mejora importante, que considero bastante justa. Pero no conozco al detalle la reivindicación.

- ¿Cree que los guardias civiles pueden llevar tatuajes?

-No lo sé. Sé que se está trabajando en ello, porque por un lado hay que mantener la libertad individual y por otro lado, tenemos que mantener un mensaje institucional. Vestimos uniforme para que el ciudadano sepa que está ante un agente de seguridad. Pero claro, al cuerpo pueden acceder personas hasta de 40 años y no puedes descartarlas por el hecho de tener un tatuaje.

-¿Qué consejo le daría a su yo del pasado y cuál a alguien que quisiera ingresar en el cuerpo?

-A mi yo pasado, ser paciente y más observador. Y al que quiera ser guardia civil, animarle. En estos momentos cuesta esfuerzo pero merece la pena. Es muy exigente estar formado para actuar en la calle, pero es una formación integral, tanto en lo físico como en lo intelectual, de las mejores.

-¿Ve series de guardias civiles como Hierro o lee libros de Lorenzo Silva o son como las películas de periodistas para mi gremio, ciencia ficción?

-No soy consumidor habitual pero porque no me da tiempo. Me gusta una buena película policiaca y tanto las novelas como los libros históricos de Lorenzo Silva. Pero también busco que me entre oxígeno o noticias de otros ámbitos porque es sano. En la Guardia Civil no podemos vivir de puertas para dentro.