El juez ha condenado a diez años de cárcel a R. R.V., el autor confeso del crimen de Las Moreras, ocurrido en Córdoba en noviembre del 2018 y en el que murió un joven de 26 años. El jurado ya declaró culpable de homicidio al acusado y ahora el presidente del tribunal lo condena a diez años de prisión por ese delito, además de a una multa de 360 euros por dos delitos de lesiones. También se le impone una orden de alejamiento y prohibición de comunicación con los padres de la víctima y los tres hijos menores de ésta.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico y adelantada por ABC, también se recoge una condena de dos años de cárcel para M. R. R., el padre de la víctima mortal, por un delito de lesiones y deberá indemnizar a M. R. R. (hermano del principal condenado, que también se enfrentaba a una acusación de homicidio, que finalmente no ha quedado probada).

También han sido condenadas tanto la madre de la víctima como la madre de los dos principales acusados. Ambas son consideradas culpables de sendos delitos de lesiones por los que tendrán que pagar una multa de 180 euros y deberán indemnizarse mutuamente con 380 euros.

J. J. R. V., hermano del principal acusado, queda finalmente condenado, únicamente, por un delito de lesiones por el que tendrá que abonar una multa de 180 euros, además se le impone una orden de alejamiento del padre de la víctima. Queda absuelta, por otro lado, la tía de los principales acusados, que también estaba procesada en el caso.

Hechos probados

Con respecto a los hechos que se consideran probados, la sentencia alude a una enemistad que venía de tiempo atrás entre ambas familias. El 8 de noviembre del 2018, L. R. R. (después víctima mortal) agredió a un menor de edad, primo de los principales acusados. La madre del menor dio aviso a sus familiares que se personaron en el patio Gabriel Celaya de Las Moreras. Hasta allí fueron los dos hermanos con su madre, y también estaba una tía suya.

En un primer momento se encontraron con M. R. R. (padre de la víctima) y le pidieron que fuera a por su hijo. Se considera probado que la primera familia acudió hasta Las Moreras portando armas, concretamente, "un cuchillo, una cadena de eslabones metálica y un útil cortante de doble hoja metálica con mango central de madera de diez centímetros, con ánimo de vengar los hechos sobre" su primo.

Mientras, el padre de la víctima fue a por su hijo y bajó con él y con su mujer, también portando un palo, un cuchillo de cocina y un estilete, con mango de cuerno de venado.

En el patio se iniciaron varias peleas. Por un lado, el principal condenado y su madre se pelearon con la madre de la víctima; se produjo otra pelea entre el padre de la víctima y uno de los hermanos.

En cuanto a la pelea que acabó con el trágico suceso, ambos jóvenes estaban peleando y R. R. V. consiguió agarrar por el cuello a L. R. R. mientras éste le agarraba por la cintura, ambos intentando quitarse las armas que portaban. En el forcejeo se cayó un cuchillo al cuello, que fue cogido por R. R. V., que apuñaló de muerte a L. R. R., que también agredió al primero. L. R. R. murió a consecuencia de una de las puñaladas que le atravesó la vena subclavia izquierda, en el cuello. Mientras, R. R. V., el homicida, recibió una puñalada con un estilete con empuñadura en forma de cuerno de venado que le atravesó el brazo.

Hechos no probados

No se considera probado que el hermano del principal condenado lo ayudara a darle muerte a la víctima, algo que pusieron sobre la mesa la Fiscalía y la acusación particular. La Fiscalía pedía 12 años de cárcel para ambos hermanos y a los dos los acusaba de delitos de homicidio.

Tampoco queda acreditado que el principal condenado actuara "a traición", pero tampoco se considera que actuara a defensa propia (lo que alegaba su defensa para su absolución). Se toma en cuenta, por otro lado, que R. R. V. procediera a "la inmediata confesión de los hechos" en el momento en que fue detenido por la Policía.