El historiador y profesor cordobés Gonzalo J. Herreros Moya es el autor de los libros sobre Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno y su linaje, La casa de los Guzmán en Córdoba y La casa de los Golfines en Cáceres, editados por Dykinson y financiados por la fundación de esta aristócrata, que rastrean su genealogía a través de dos familias de antiguas raíces en la Historia de España y de Córdoba.

¿De dónde le viene el interés por la genealogía?

Tenía 13 años y descubrí los árboles genealógicos en los tomos de la Historia de España del marqués de Lozoya que tenía mi madre en casa. Los árboles genealógicos explican de golpe muchas cosas. Es más fácil entender muchos aspectos de la historia a través de la genealogía, me entretenía haciendo árboles de los zares de Rusia y cuando fui acercando el foco empecé a hacerlos de familias no tan conocidas, locales de Córdoba. Ya en la facultad comencé a trabajar con el catedrático Enrique Soria. La genealogía ha hecho de mi pasión, mi profesión. Además cuando deja de ser divulgación y empieza a ser investigación es todavía más apasionante, porque el árbol lo tienes que hacer tú: buscar aquí y allí, ir a una parroquia, a otra...

¿Quiénes fueron los Guzmán de Córdoba?

Los Guzmán de Córdoba fueron una rama menor de la gran casa de los señores de Sanlúcar y condes de Niebla, descendientes de Alonso Pérez de Guzmán, apodado el Bueno por la defensa de Tarifa. Se establecieron en Córdoba a comienzos del siglo XV gracias al matrimonio del hijo póstumo del primer conde de Niebla con la hija de la célebre Leonor López de Córdoba, valida de la reina Catalina de Lancaster. Esta línea de los Guzmán en Córdoba fue ascendiendo en el seno de la aristocracia cordobesa a lo largo de los siglos, concentrando el patrimonio de algunas familias de los Angulo, los Cea o los Fernández Córdoba, hasta convertirse en el siglo XIX en condes de Villamanrique del Tajo.

¿Quién le encarga los libros sobre el linaje de los Pérez de Guzmán el Bueno?

Recibí el encargo hace cinco años, a través del catedrático Enrique Soria, que había sido contactado por la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, para estudiar el linaje de esta Grande de España, que murió sin hijos y con un inmenso patrimonio. Aunque ella era de Madrid, su bisabuelo era de Córdoba y de ahí toda su ascendencia hasta el siglo XV.

¿Dónde inició la investigación?

En el archivo nobiliario de esta señora que se custodia en el palacio de los Golfines de Cáceres. El primer libro fue sobre los Pérez de Guzmán de Córdoba, la rama del bisabuelo, y el segundo, sobre los Golfines de Cáceres, de la rama de su bisabuela. Tatiana Pérez de Guzmán reunía en Madrid su archivo familiar. De Córdoba vendieron casi todo, como la casa principal del Realejo , que era suya, y solo conservan con una finca, San Cebrián, camino de la Virgen de Linares, por eso con Córdoba perdieron casi todo el vínculo. A la muerte de ella, toda la documentación de sus antepasados se traslada de Madrid a Cáceres, al Palacio de los Golfines, donde el 40% de ese archivo es historia de Córdoba y de algunas de sus familias más importantes. Perderme allí fue una locura maravillosa. La fundación Tatiana Pérez de Guzmán está haciendo un gran trabajo de divulgación de todo ese legado y están digitalizando el archivo para colgarlo en internet y ponerlo a disposición de todos de forma gratuita, algo pionero en cuanto a archivos nobiliarios en España.