El de ayer fue un día en el que se empezaba a vislumbrar la luz al final del túnel, con ese nivel de alerta sanitaria 0 asomando por el horizonte como el sol al amanecer. Una nueva cotidianeidad con la que desaparecen restricciones y límites de aforo. Con esa sensación que deja saber que Córdoba roza la normalidad después de lo que nos ha llovido, y no precisamente de ese agua tan necesaria para el campo, sino de enfermedad y crisis económica, con ese ambiente de alegría contenida, se presentó ayer por la mañana el Anuario Agroalimentario de Diario CÓRDOBA, que este año cumple su cuarta edición. Una publicación que, a pesar de su corta trayectoria, se ha ganado ya su sitio como manual de referencia que radiografía de manera exhaustiva todos los rincones del sector agroalimentario de nuestra provincia. Y muestra de ello es el respaldo que, año tras año, ha ido recibiendo de los distintos sectores vinculados a este sector, motor económico indiscutible, y de las distintas instituciones, locales, provinciales, regionales y nacionales.

En primer término el presidente de CECO, Antonio Díaz, junto a otros invitados. FRANCISCO GONZÁLEZ

Una edición más, el solemne Salón del Liceo del Círculo de la Amistad acogía entre sus decanas paredes a los invitados. En una armónica disposición marcada, como no, por la distancia de seguridad a la que ya estamos habituados, que no acostumbrados, se disponían las filas de sillas doradas con identificación nominativa para organización de los invitados. Un total de noventa asientos que, con suerte en una próxima edición libre de covid, serán muchos más.

En una espera marcada por unos saludos cada vez más cercanos, con sonrisas efusivas aún escondidas bajo las mascarillas pero evidenciadas en las miradas, el público se iba concentrando poco a poco, en corrillos casi de amigos que se encuentran después de un tiempo sin verse, enlos que hay mucho por hablar.

En el Salón Liceo coincidieron empresarios, representantes de los sindicatos y organizaciones agrarias, cargos institucionales, expertos en finanzas, periodistas o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Todos unidos, de alguna u otra manera, por un hilo conector en torno al sector agroalimentario de la provincia, que estuvo a la altura de las circunstancias (y algo más) durante los meses más duros de confinamiento y que ahora sigue dando lo mejor de sí para afrontar nuevos retos como la digitalización, la sostenibilidad o el relevo generacional, en el que tengan cabida los jóvenes -y aquí la Universidad de Córdoba juega un papel indiscutible- y las mujeres, cuya presencia es aún desigual y es por ello que desde la tribuna se reivindicó justicia social.

Recepción de invitados a la entrada del Círculo. FRANCISCO GONZÁLEZ

Como no, las cuestiones sobre regadío sostenible y la PAC, de las que el gobierno central tiene mucho que decir y más aún por hacer, fueron temas a los que también se les dió altavoz. Otro mensaje caló de los discursos oficiales -y oficiosos de la espera- la cooperación entre instituciones y la colaboración público-privada se hace fundamental para poder seguir avanzando y afrontando todos los retos que encara este sector, agrícola, ganadero e industrial. Que a pesar de la incertidumbre que atraviesa se reivindica como motor económico de nuestra provincia, como uno de los pilares fundamentales de la marca Córdoba, como recurso para luchar contra la España vaciada y como buque insignia de un avalado (con siete denominaciones de orígen) mercado gourmet.

Foto de familia de las autoridades al término del acto. FRNACISCO GONZÁLEZ

Vista general del Salón Liceo con Rafael Luis Pascual, de Cajasur, en primer término. FRANCISCO GONZÁLEZ