Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ya cuentan con agentes especializados en delitos de odio en Córdoba. Se espera que estos agentes formen parte de los grupos específicos contra los delitos de odio, potenciados desde el Ministerio del Interior. Hace pocos días el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunciaron la creación de estas brigadas tras la última reunión de la comisión de seguimiento del Plan de Acción de Lucha contra los Delitos de Odio.

Ahora, ya se ha trabajado para formar a estos agentes, que se enmarcan dentro de la Comisaría General de Información y de las brigadas provinciales de Información de la Policía Nacional, así como en la Jefatura de Información de la Guardia Civil y en unidades periféricas. Por lo tanto, en la provincia de Córdoba habrá tanto policías nacionales como guardias civiles dedicados a esta labor, que ya han recibido formación.

Así lo han confirmado a este periódico fuentes de la Subdelegación del Gobierno, que han concretado que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han recibido instrucciones para la creación de grupos específicos y que, actualmente, ambos cuerpos cuentan con agentes específicamente dedicados a la materia de los delitos de odio dentro de las unidades de Información.

En cualquier caso, otras fuentes policiales han explicado que estos grupos específicos todavía no han entrado en acción, y han apuntado que se está a la espera de que el Ministerio del Interior los constituya de manera oficial para que empiecen a funcionar.

La necesidad de Los grupos

La comisión de seguimiento del Plan de Acción de Lucha contra los Delitos de Odio se constituyó a raíz de la denuncia de un joven madrileño que aseguró que había sido objeto de un ataque homófobo por parte de ocho encapuchados que le tatuaron en el glúteo la palabra «maricón». El chico confesó después que se había inventado la agresión, si bien el Ejecutivo mantuvo el encuentro porque «una denuncia falsa no puede impedir describir lo que es verdad. La realidad que sufren, por desgracia, personas de distintas orientaciones sexuales», según argumentó en su momento el presidente del Gobierno.

Eso sí, la presencia de agentes especializados en estos delitos no es nueva, aunque sí esas brigadas específicas. El citado plan se puso en marcha hace dos años y por aquel entonces ya se aplicaron medidas que contaban con cuatro ejes principales: formación de los diferentes cuerpos de seguridad, prevención de incidentes, atención a las víctimas y respuesta eficaz y con rigor. Precisamente, ahí se creó la comisión de seguimiento, donde están presentes, además del Ministerio del Interior y de la Policía Nacional y la Guardia Civil, representantes de aquellos colectivos que son objeto de los delitos de odio, no solo personas Lgtbi, sino racializadas, inmigrantes o con discapacidad.

Aumento de los delitos de odio

Según las cifras del Ministerio del Interior, desde el año 2014 los delitos de odio han ido siempre al alza a razón de una subida de un 9% por año. Este año, además, se han producido ataques graves denunciados por el colectivo Lgtbi, el más lamentable, el linchamiento que acabó con la muerte del joven Samuel Luiz, caso ya judicializado.

La necesidad de cambiar esquemas

La presidenta del colectivo Todes Transformando, Carmen Ceballos, ha hablado sobre los grupos específicos contra los delitos de odio. Aunque reconoce que cualquier medida que vaya encaminada a mejorar las realidades del colectivo Lgtbi es bien recibida, sí advierte de la necesidad que existe todavía de cambiar los esquemas que tiene la sociedad. Y es que, considera, «la idea es buena, pero está incompleta».

Una de las claves, detalla Ceballos, está en falta de formación, pero no únicamente de policías o guardias civiles, sino de todo el mundo, incluidos incluso médicos o psicólogos.

La presidenta de Todes Transformando recuerda que los delitos de odio no afectan únicamente al colectivo Lgtbi, sino a muchos otros. De ahí que a nivel estatal se haya pedido la creación de un comisionado que se centre, en exclusiva, en la lgtbifobia. El objetivo, ir de lo general a lo concreto y de ahí hasta niveles más pequeños, como es el provincial.

Este comisionado tendría la labor de hacer un diagnóstico de la realidad porque como explica Ceballos, la realidad es que los ataques han subido, y no solo las agresiones físicas, sino el acoso, que siempre ha estado ahí. Además, apunta que hay que hacer «políticas transversales» y desde el colectivo piden que más allá de mostrar apoyos en concentraciones o en redes sociales, se trabaje de verdad para que los resultados se vean claramente.

«Hay que desaprender para volver a aprender», insiste Ceballos, que recuerda que la lgtbifobia no es un problema que afecte a un colectivo, sino a toda la sociedad, y que pide a la administración que cuente con quienes conocen el tema a fondo. N.S.