El redil eucarístico de la Divina Pastora de Capuchinos bendijo este viernes por la noche el nuevo simpecado de la corporación, una pieza cuyo referente es el que aparece en una de las pinturas situadas en el atrio del convento del Santo Ángel, donde se representa un rosario público de los últimos años del siglo XVIII en la plaza de Capuchinos, frente al Cristo de los Faroles y con la presencia del beato Diego José de Cádiz.

La pieza, que tras la bendición recorrió por primera vez las calles de la ciudad en rosario público, parte de un gran óvalo central en el que aparece una pintura de la Divina Pastora; sobre este, y ocupando toda la zona superior, una elaborada crestería mixtilínea recrea un remate retablístico que se extiende hasta la mitad del simpecado, para llegar a abrazar el óvalo central y acabar en la zona inferior en un pequeño penacho. Toda esta ornamentación, tallada y dorada en oro fino, se combina con un soporte textil en el que van situados los símbolos marianos de la luna y el sol y un juego de puntas de estrellas. La vara que sustenta la pieza es de orfebrería plateada, observándose en los brazos un juego de unas originales borlas realizadas en la técnica de la filigrana cordobesa.

En el proyecto han trabajado distintos artistas bajo la dirección del cofrade Álvaro Doctor. Así, la ejecución de la talla ha sido llevada a cabo por el taller de Miguel Ortiz y Manuel Jurado. Por su parte, la realización de la pintura que aparece en el óvalo central del simpecado la firma el conocido pintor cordobés Juan Manuel Ayala, la parte textil se debe a Antonio Villar, mientras que el dorado en oro fino lo ha realizado Elisa del Río. Finalmente, las piezas de orfebrería se deben a Herpoplat y la filigrana a Marta Cruz Conde.