La doctora Marta Redondo, que está realizando la especialidad de oftamología en el hospital Reina Sofía, repasa en esta entrevista las consecuencias negativas que está teniendo en la salud visual de los cordobeses la pandemia del coronavirus, con más casos de ojo seco, vista cansada y de miopía.

¿Ha notado el hospital Reina Sofía un incremento en el número de pacientes que son derivados al hospital o que consultan en el centro porque notan que han perdido visión por pasar tantas horas ante el ordenador u otro tipo de pantallas por al teletrabajo, confinamiento o clases on line y no estar tan preparados los equipos de los hogares como los de los centros de trabajo?

Sí, hemos constatado un aumento de la incidencia de este tipo de pacientes. Debido a la pandemia, por el confinamiento y el teletrabajo, estamos pasando largos periodos de tiempo delante de pantallas. Esto ha derivado en un incremento de casos como el síndrome de ojo seco, la miopía y la vista cansada.

El Colegio de Ópticos de Andalucía señalaba en un reciente estudio que un 60% de andaluces había perdido visión en la pandemia. ¿Comparte dicha conclusión?

Sí, comparto dicha valoración. Además, existen estudios de otras asociaciones y grupos de investigadores del resto del mundo que señalan que el 2020 fue el año de mayor incremento de la miopía con respecto a años previos.

¿Podría realizar una estimación sobre cuánto ha crecido el número de pacientes que consultan por miopía, ojo seco o fatiga visual?

No disponemos de datos exactos sobre el incremento de la carga asistencial por estos problemas de salud en el Reina Sofía, pero la estimación compartida en el servicio de Oftalmología es de un aumento de consultas por estos síntomas.

¿Las patologías oculare que se han agravado durante la pandemia ya existían previamente, aunque a lo mejor en menor medida, por el mayor empleo de las nuevas tecnologías en el trabajo, educación y otros ámbitos?

Si, por supuesto. Cada vez estamos más acostumbrados en nuestro día a día a trabajar y convivir con pantallas. Pasamos muchas horas delante de ellas y nuestros ojos lo sufren. En el período de pandemia lo hemos notado más intensamente, pero los problemas son los mismos a los de antes.

¿Las patologías de la visión que más se han agravado durante la crisis sanitaria afectan a todos los grupos de población y edades?

La miopía se está diagnosticando más en niños durante la pandemia, apareciendo con mayor frecuencia en los que antes no eran miopes y aumentando la velocidad de progresión en los que ya lo eran. Aunque también hay que tener en cuenta el gran componente genético de la miopía, que es el más importante, actualmente se suele hablar de los factores ambientales porque, al fin y al cabo, son en los que podemos intervenir por ahora. Tantas horas delante de pantallas produce un exceso de acomodación. La acomodación es el mecanismo necesario para enfocar objetos de cerca, para ello se contrae el músculo ciliar, que se relaja cuando fijamos la mirada en un punto lejano. El aumento de acomodación es uno de los factores que se ha demostrado que aumenta la progresión de la miopía. Además, con la pandemia, hemos cambiado nuestra rutina diaria, pasando mucho más tiempo dentro de casa y esto conlleva, tanto al aumento de actividades de cerca como la disminución del tiempo pasado al aire libre. Ambos factores influyen negativamente en la progresión de la miopía.

«El confinamiento y el teletrabajo han incrementado los casos de ojo seco y de vista cansada»

¿Y en el caso del ojo seco?

Otra patología que se ha incrementado en la pandemia es el ojo seco, que se da con más frecuencia en pacientes de edad media. Se ha asociado, sobre todo, a la disminución del parpadeo al fijar la mirada. Con el aumento de pantallas esto es mucho más frecuente. Normalmente solemos parpadear una media de 20 veces por minuto, pero al fijar la mirada tendemos a disminuir el parpadeo hasta casi la mitad. Esto disminuye la producción de la lágrima y su distribución por la superficie ocular. Además, el uso de las mascarillas tampoco ayuda, ya que el flujo de aire desde la boca favorece la evaporación de la lágrima. Por otro lado, sobre la vista cansada, que suele aparecer a partir de los 40 años y principalmente en pacientes hipermétropes, está relacionada también con el exceso del tiempo de acomodación por las actividades de cerca.

¿Qué recomendaciones realiza el Reina Sofía para evitar el agravamiento de estas patologías y qué tratamientos médicos ayudan a mejorar la situación de las personas afectadas?

Prevenir es curar. Recomendamos las actividades al aire libre como principal medida de prevención. Hay veces que no resulta tan fácil esta medida, por ejemplo, para personas que trabajen delante de un ordenador muchas horas seguidas o incluso para estudiantes que pasan mucho tiempo delante de libros. En estos casos se aconseja descansar durante períodos regulares, utilizando la regla de 20-20-20. Cada 20 minutos fijar los ojos en algún objeto que se encuentre al menos a 6 metros (20 pies) y observar durante al menos 20 segundos. Además, también se debe intentar parpadear con mayor frecuencia, trabajar con una iluminación adecuada, ajustar los parámetros de la pantalla de manera que no suponga demasiado esfuerzo ver las letras. Por su parte, una alimentación saludable y una buena hidratación son importantes para evitar o impedir que empeore el ojo seco. En cuanto a los tratamientos médicos, tanto para la miopía como para la vista cansada, el más usado son las gafas. Y, respecto al tratamiento farmacológico para el ojo seco, se recomiendan las lágrimas artificiales, mejor sin conservantes. Y para la miopía se está empezando a usar un colirio midriático que parece que podría dar buenos resultados para la estabilización de la progresión de la miopía en niños.

¿Estos problemas de salud visual se agudizan más si se pasa mucho tiempo en interiores?

Cualquier clase de pantalla o actividad de cerca durante muchas horas produce la sintomatología ya citada. Por el contrario, se ha demostrado que el aire libre disminuye la progresión de la miopía.

¿La generación presente de niños va a ser mucho más miope y con vista cansada que la de sus antecesores si sigue con el uso abusivo de pantallas electrónicas?

Desgraciadamente parece que sí. Numerosos estudios van en esa línea. El siglo XXI es el de las nuevas tecnologías y eso se notará en un futuro. Se han publicado bastantes artículos hablando del síndrome visual informático en relación a la crisis sanitaria. Se trata del conjunto de síntomas producidos por el sobreesfuerzo de los ojos como consecuencia de un uso prolongado de las pantallas electrónicas. Los síntomas más frecuentes de este síndrome son sequedad, lagrimeo excesivo, irritación, escozor, sensación de cuerpo extraño e incluso dolor de cabeza.

¿La población cordobesa en general se revisa de forma frecuente la visión?

En mi opinión, considero que la mayoría de la población está concienciada y suele acudir a las revisiones recomendadas. Aunque, como sucedió en otras especialidades médicas durante el confinamiento, por el cierre de centros sanitarios o simplemente por miedo, los pacientes acudían poco o nada al hospital. Se notó entonces una falta de consultas al oftalmólogo de los problemas de salud visual antes comentados y de otro tipo de patologías más graves, en las que es necesario un control más estricto, como puede ser la retinopatía diabética, enfermedad de la que se han atendido muchos casos descompensados después de terminarse el confinamiento por la pandemia.