Sepa usted que antes de ir al trastero a por la tarima y las enagüillas del brasero nos queda si quiera hasta los peroles de San Rafael. Algunos ven bajar el termómetro 0,5 grados Celsius y se ponen ya toda la ropa de la temporada otoño-invierno, ¡qué bárbaridad! Tranquilos, cordobeses, aún nos queda un buen rato de calores para el cambio de armario, aunque si lo que quieren es ir haciéndose el cuerpo habrá que ir volviendo al cole, que falta nos hace un poquito de orden y rutina tras el paréntesis estival.

Después de un verano aciago en noticias capitulares, los concejales vuelven al redil como los niños de Primaria: algunos con muchas ganas de ver a sus amigos y otros, sin ganas ninguna; algunos con muchas ganas de trabajar y otros, pues, no con tantas. A algunos empieza a quedársele pequeño el uniforme del mandato, la falda demasiado corta, el saquito demasiado párvulo; a otros, les empieza a venir muy largo eso de estar en el gobierno (al final, mandar no era tan chulo como parecía en la oposición); y otros entraron en el 2019 del tirón al recreo y ahí siguen pasándoselo en grande. De todo hay en la viña municipal.

PP y Cs encaran su curso definitivo 2021-2022, por cuanto el 2023 será ya electoral (amén del adelanto plausible de las autonómicas) y, por tanto, administrativamente inhábil. Ambos partidos tienen la necesidad urgente de ir cerrando proyectos a los que se les pueda poner el lazo para presentárselos a los ciudadanos cuando las campanas toquen a rebato en el colegio electoral. «¡Caaaampana y se acabó!». El equipo de gobierno del señor Bellido tiene dinero más que suficiente para construir si quisiese un parque de atracciones con 62 montañas rusas (este verano se han suscrito préstamos por 53 millones, al margen del presupuesto que no se ha conseguido gastar en este tiempo). Además, puede de facto concluir el mandato sin necesidad de desgastarse en una negociación de presupuestos y, aunque habrá paripé y amago (la democracia es así), se prorrogarán las actuales cuentas que acordaron con el PSOE para este año y se reeditarán las ordenanzas locales. Vox ya ha dicho que no firmará cheques en blanco, y los socialistas, que ya pusieron su granito de arena por el bien común y que han sido «engañados». Así que blanco y en botella.

Si los planes del alcalde salen como él quiere, el primer lazo del curso municipal, que empieza, como todo, después de la Fuensanta, lo podrá poner ya mismo y en el proyecto estrella. El día 17 está prevista la firma, por fin, del convenio para la implantación de la base logística del Ejército en La Rinconada, a la que se espera que asistan la ministra Margarita Robles y el presidente andaluz Juanma Moreno, y apenas con que la macrobase vaya cogiendo forma (su conclusión está prevista en 2026), ahí tendrá el regidor algo de pata negra que ofrecer en el 2023. Por lo demás, queda mucho, mucho, pero mucho que hacer, y siempre, algún obstáculo político que sortear. Esta misma semana, IU ha vuelto a disparar a la línea de flotación de Cs con dos proyectiles cargados de mala baba: uno que pone en duda por supuesta «inseguridad jurídica» el pliego para el contrato del nuevo espectáculo del Alcázar, que lleva, ojo, 22 meses sin ofrecer este recurso turístico; y otro que pone en duda la actitud «no ejemplar» (en palabras del propio alcalde) del concejal David Dorado, que al parecer usa un punto de recarga del Ayuntamiento para llenar su coche eléctrico privado. Han pedido su cese, pero no lo habrá. ¿Dimitirá?

El PSOE debería cambiar 'La manzana de Adán' por 'La Costilla de Eva', que no falte el humor

Mientras esto ocurría en Capitulares, el PSOE ha empoderado de sopetón a Rafi Crespín, nombrándola número 2 de su grupo en el Congreso, cuando medio partido calienta ya en la banda y se prepara para el único de los tres cónclaves en los que se recomienda apostar en la puerta una ambulancia medicalizada: el congreso provincial (Pedro Sánchez y Juan Espadas tienen cerradas ya sus respectivas asambleas). El viernes, el de momento único aspirante a la elección a la secretaría provincial, Antonio Ruiz, reiteró su intención de plantar cara al sanchismo de pura cepa, al de la reconversión y a los espadistas de nuevo cuño.

De momento, Crespín no tiene prisa en dar un paso adelante ni anunciar candidatura alguna («trabajamos primero en el proyecto, luego en los nombres», ha dicho) y tampoco parece claro que esa amalgama de no afines a Antonio Ruiz vaya a estar encabezada por una sola persona. Hay quien baraja la posibilidad de que hubiese tres candidatos a las primarias si no son capaces de cerrar una figura de consenso en el sanchismo multicolor e, incluso, hay quien ha leído el nombramiento de Crespín como la evidencia de que su sitio orgánico estará finalmente en Ferraz (en la ejecutiva federal), donde ha demostrado que se mueve como pez en el agua y no al frente del PSOE provincial. Se irá viendo. Si el 14º congreso provincial del PSOE, que se celebró el 21 de octubre del 2019 en la sala de celebraciones lucentina La manzana de Adán, terminó como el rosario de la aurora (de aquellos mordiscos, estos lodos), toca revisitar el clásico de Cukor La costilla de Adán con el tándem inolvidable formado por Katharine Hepburn y Spencer Tracy para afrontar el 15º congreso, la niña bonita, al menos con una buena dosis de humor. Falta nos va a hacer.