Con más interrogantes que certezas, sin vacunas y tras un curso previo con las aulas cerradas desde marzo, el año académico 2020-21 comenzó con miedo. Al contrario que otros países, se apostó por la presencialidad, dejando el modelo mixto on line solo a partir de 3º de la ESO. El profesorado de refuerzo (40.000), las clases reducidas (unos 20 alumnos) y el cumplimiento estricto de las medidas sanitarias (mascarilla y ventilación) convirtieron a los centros escolares en uno de los pocos lugares seguros frente al covid. El número de aulas cerradas para contener brotes no llegó al 5%, según los datos del Ministerio de Educación.

A pocos días de que colegios e institutos abran sus puertas, la comunidad educativa y las familias exigen a las autoridades políticas haber aprendido la lección de la pandemia y no bajar la guardia.

Los docentes están vacunados. Los padres y las madres también. Los abuelos, por supuesto. Pero la quinta ola y la variante delta aconsejan dejar la vieja normalidad para otro año, no para este. Familias y sindicatos de profesores apuestan por la prudencia y por que se sigan cumpliendo las medidas anticovid del 2020-21, entre ellas, grupos reducidos y profesorado de refuerzo. Se trata de algo básico no solo para preservar la seguridad sanitaria sino también la académica. Sin embargo, no está nada claro que se cumplan. De momento, según denuncia el sindicato independiente de profesores ANPE, solo seis autonomías han anunciado que mantendrán los mismos refuerzos de docentes: Cataluña, Euskadi, Navarra, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Castilla-La Mancha.

La pandemia no ha provocado una hecatombe educativa en España, pero los alumnos -especialmente los más vulnerables- acusan un claro déficit. «Tenemos que reforzar la parte académica. El año pasado se apostó por la presencialidad, al contrario que el anterior. Pero ha habido estudiantes con muchos confinamientos preventivos que se han quedado semanas en casa. Todo eso se nota», explica Sonia García, de ANPE, que insiste en la necesidad de no actuar como si la pandemia no existiera.

Las ratios

Las ratios están definidas por ley: 25 alumnos en Primaria y 30 en Secundaria. Un decreto permite a las autonomías la posibilidad de aumentar en un 10% ese máximo. El curso pasado, los grupos se desdoblaron en Primaria y se redujo el número de estudiantes. En el borrador de mayo, el Ministerio de Educación recomendó a las autonomías mantener esas mismas ratios en el curso 2021-22 (lo mismo que con los docentes de refuerzo). Pero las comunidades no se dieron por aludidas.

«La reducción de ratios ha demostrado ser una medida enormemente efectiva para mejorar la calidad educativa. Es imprescindible no solo para asegurar la salud sino también para corregir las carencias previas del sistema y las surgidas de la pandemia, especialmente para los más desfavorecidos», explica el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, Francisco García.

En opinión del responsable sindicalista, la clarísima apuesta del Gobierno por la presencialidad supone mantener los 40.000 profesores extra contratados el curso pasado y rebajar la ratio por debajo de los 20 alumnos por aula. A pesar de la vacunación, García exige no bajar la guardia dado que la quinta ola afecta a los jóvenes, que están empezando ahora a recibir el suero (a partir de los 12 años).

El borrador de instrucciones de cara al nuevo curso escolar que el Ministerio redactó en mayo rezumaba más optimismo pandémico. Entonces la quinta ola no existía y la incidencia no era tan elevada (actualmente supera los 300 casos por 100.000 habitantes). El texto dejaba ver que los grupos burbuja se podían mezclar tanto en el patio como en las actividades deportivas. También, incluso, se barajaba la posibilidad de que los estudiantes se quitaran la mascarilla durante los recreos al aire libre.

Al igual que los sindicatos de la enseñanza, las familias apuestan por reducir los grupos por aula. Es una medida de prevención sanitaria y también permite la atención individualizada del alumno. La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (Ceapa) recuerda también la importancia de gestionar en las aulas el impacto emocional que ha provocado la pandemia entre los más pequeños. Igualmente, piden facilitar el acceso de padres y madres a los centros escolares, algo que no se permitió el año pasado, cuando toda la relación con las familias era on line. «La pandemia ha sido una excusa para recortar la participación. Las familias tenemos derechos y obligaciones», asegura Ceapa.

Las claves del curso 2021-2022

  1. Presencialidad en las aulas. La presencialidad será total, a no ser, lógicamente, que la pandemia dé un vuelco (algo poco probable) y haga reconsiderar la medida. Ninguna autonomía está en desacuerdo con la asistencia física a las aulas. Se trata de una medida prioritaria tanto para el Gobierno como para las comunidades por sus demostrados efectos positivos en los alumnos. La Junta asegura que las aulas son seguras.
  2. Mascarillas y ventilación. El uso obligatorio de mascarilla a partir de los 6 años y la ventilación constante y cruzada (con puertas y ventanas abiertas) se ha demostrado como una de las medidas más eficaces para prevenir contagios. La distancia de seguridad se mantiene en Andalucía en 1,5 metros, según las instrucciones de la Junta, pero en los grupos de convivencia estable se permite jugar con normalidad.
  3. Vacunación y cuarentenas. La gran diferencia con la vuelta al cole del año pasado es que ahora los profesores están vacunados y los niños y adolescentes están empezando a recibir las inyecciones. Según los datos del Ministerio de Sanidad, el 61,7% de los que tienen entre 12 y 19 años ya han recibido, al menos, la primera dosis. En Andalucía son ya el 70% y más serán al comienzo del curso escolar.
  4. Docentes de refuerzo. El Ministerio de Educación, ya en tiempos de la anterior ministra, Isabel Celaá, pidió a las autonomías que mantuvieran este curso escolar los 40.000 profesores extra que se contrataron el año pasado. En Andalucía, el Gobierno andaluz ha firmado con los sindicatos un refuerzo extraordinario de 5.300 docentes. Con ello, se podrán llevar a cabo desdobles.