El proyecto Emplea-las tiene como objetivo mejorar la empleabilidad de mujeres migrantes desde una perspectiva de intervención socio-laboral con enfoque de género. Las beneficiarias directas de esta iniciativa son 150 mujeres desempleadas y en mejora de empleo, en situación de especial vulnerabilidad de la Provincia de Córdoba que a través de este proyecto participarán en acciones de información y orientación laboral general. De ellas, 25 pasarán a la fase de trabajo por itinerarios individualizados y trabajo grupal de formación y competencias. Actualmente, de esas plazas hay cubiertas 20 aunque el plazo para inscribirse continuará abierto hasta que se ocupen, sin fecha tope.

Tal y como explica la técnica de empleo y psicóloga del programa, Juliet Perea, "se enfoca a acompañar a las mujeres de origen extranjero, en su proceso de búsqueda activa de empleo, a identificar sus objetivos, mejorar sus competencias y adquirir herramientas para aumentar su competitiva en el mercado laboral". A la vez se proporciona la posibilidad de realizar formación reglada a través de certificados de profesionalidad y cursos de formación, "aunque las plazas son reducidas".

A través de estas formaciones se mejoraran las opciones para que estas mujeres puedan colocarse, una cuestión no tan sencilla si se tiene en cuenta que "por ser de origen extranjero, por razones diversas, se ven a menudo en situación de desigualdad respecto a los hombres en el mercado de trabajo y de las propias mujeres autóctonas", apunta Perea.

Otra cuestión no menor en estos casos es que "la mayor parte de las veces llevan a cabo un trabajo de reproducción de roles de cuidado asociado a mujeres en condiciones de precariedad laboral". Por todo ello, las usuarias que solicitan participar en este programa requieren, en opinión de la psicóloga que las atiende, "de un acompañamiento continuado y global que permita identificar barreras en el acceso al mercado laboral y poder entonces dotarlas de recursos y herramientas adaptadas a sus perfiles profesionales y personales".

Para alcanzar dicho objetivo, se hace necesario trabajar en una doble dirección. Por un lado, con las protagonistas del proceso, con las que se trabaja en un plano "de empoderamiento personal". Por otro lado, desarrollando una serie de actuaciones de intermediación laboral con el tejido empresarial de la zona de actuación.

Actualmente se están atendiendo en este itinerario a 20 mujeres de nacionalidades tan diversas como Paraguay, Honduras, Argentina, Túnez, República Dominicana, Pakistán, Perú, Venezuela, El Salvador, Bolivia o Colombia. Cada una lleva a sus espaldas una historia personal diferente, pero todas marcadas por la violencia, la pobreza o la desigualdad de oportunidades, entre otros factores que inciden en su desarrollo personal y laboral.

D. N. (iniciales inventadas para preservar la identidad de la usuaria) es una de las participantes del programa. Esta mujer centroamericana de 33 años, estuvo trabajando en su país de origen como agente penitenciario. Su actitud resolutiva y gran implicación con el trabajo le procuraron tiempo después, un merecido ascenso al área administrativa, algo que le proporcionó una mayor independencia y desarrollo profesional. Después de varios años trabajando en la prisión tuvo que solicitar protección internacional ya que empezó a recibir amenazas de grupos armados de su propio país. Fue entonces cuando D.N. vio frustrado su desarrollo personal, familiar y laboral y es ahora cuando, a través de Emplea-las busca volver a tener parte de esa vida "normal" que una vez tuvo.

Las mujeres atendidas en el programa pueden presentar una alta vulnerabilidad emocional que puede estar derivada de la búsqueda del primer empleo, de encontrarse en situación de desempleo de manera prolongada o incluso por desempeñar un empleo, generalmente, como empleada de hogar o cuidadora en unas condiciones laborales y salariales precarias, e incluso a veces por debajo de los límites legales.