Félix Serrano es el presidente de la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba, uno de los sectores más castigados por la pandemia y que sigue sufriendo los efectos de una crisis sanitaria que ha paralizado el turismo internacional y reducido drásticamente el flujo de visitantes a la ciudad.

¿Cuál es la situación del sector hotelero en Córdoba después de la pandemia? ¿Se empieza a notar la recuperación?

La situación sigue igual, la prórroga del nivel 3 de alarma en Córdoba durante una semana más nos afecta negativamente. Durante el verano, estamos teniendo sobre todo reservas de muy última hora, de menos de 48 horas de antelación porque la gente espera para ver cómo evoluciona la situación y si empeora, se producen picos de cancelaciones. En este momento, la ocupación para el mes de agosto ronda el 22% frente al 60% de media que tuvimos en el 2019, con una caída del precio medio, lo que supone que estamos en pérdidas. Agosto ha sido siempre un mes con estancias muy cortas, pero con mucha movilidad. Las reservas de última hora son un inconveniente añadido porque no sabes realmente cuánto personal vas a necesitar y además hay muchas plazas hoteleras cerradas.

¿Qué porcentaje de hoteles siguen cerrados en la ciudad?

En el mes de julio hemos tenido cierres temporales de al menos cinco establecimientos porque la escasa ocupación hace insostenible en muchos casos mantener los establecimientos abiertos. Hay socios de Aehcor que llevan cerrados desde marzo del año pasado.

¿Cuál es el perfil de los turistas que están recibiendo en los hoteles de Córdoba?

Personas que vienen a Córdoba por trabajo y turismo nacional, tanto clientes que van de paso hacia su destino en la costa o los que van de vuelta a casa. De fuera de España viene algo, pero muy muy poco, nada que ver con el volumen de personas que llegaba antes de la pandemia.

¿Notan que han cambiado los hábitos de los turistas a la hora de viajar?

Observamos que el cliente busca un establecimiento donde no haya contacto o que sea el mínimo con otros huéspedes y más independencia, y parece que se decantan más por el apartamento turístico, aun teniendo en cuenta los estrictos protocolos que seguimos todos los establecimientos del sector. Esto tiene como consecuencia un cambio en las políticas de trabajo, siendo mucho más restrictivos, así como el encarecimiento del producto.

¿La pandemia ha obligado a reforzar la comunicación digital de los hoteles para llegar a más público?

A los hoteles, la pandemia nos ha pillado con las tareas hechas en ese sentido. Hace años que el sector empezó a trabajar con redes sociales, con páginas web propias, digitalizándonos día a día con programas informáticos de comparativa de precios, de edición de tarifas. Los hoteles de esta ciudad están actualizados. La digitalización es muy importante, pero eso lo sabíamos antes de la pandemia y hemos trabajado para no quedarnos atrás. Ahora lo que nos preocupa más es la falta de clientes, las restricciones para llegar y salir de nuestro país, así como la falta de mercado internacional, que nos supone el 52% de nuestro mercado y que no se recupera. Nos preocupa también la falta de promoción. Córdoba no está trabajando por su futuro como están haciendo otras ciudades competidoras.

¿Cómo cree que se podría ayudar a mejorar esa promoción?

En este momento, Córdoba necesita una promoción fuerte a nivel nacional, ese es el turismo que se está moviendo ahora, necesitamos incentivar el destino Córdoba para atraer a turistas en el otoño y navidades, pero eso no se está haciendo aquí. No sabemos qué va a pasar en septiembre. Se suponía que iba a haber una recuperación a partir de junio que no hemos notado. De momento, lo que sí sabemos es que los pocos grupos internacionales que había, de franceses y alemanes, se están anulando. No tenemos previsiones para después del verano, hay mucha incertidumbre respecto a cuándo volverá a moverse el turista de fuera de España.

¿Hay muchos trabajadores del sector hotelero que sigan en erte en Córdoba?

Lamentablemente sí, nos gustaría que la situación fuera otra, pero esta es la realidad, aún tenemos gran parte de personal en erte. Además, ha habido una pérdida de empleo brutal porque no se han podido hacer las contrataciones de temporada, no se ha contratado este año ni el pasado.

¿Córdoba tiene demasiada oferta hotelera?

Hoy por hoy, sí. Antes de la pandemia, la oferta absorbía al turismo que venía a la ciudad, pero ahora, con un 60% menos de turistas, esto se ha convertido en un problema. Si sobran plazas en la Costa en pleno verano... Creemos que una oferta hotelera excesiva sin una promoción turística y sin un plan de ciudad será perjudicial para los que estamos y los que vienen, no quiero decir con esto que no es bueno que vengan más hoteles, pero sí que hay que ordenar y promocionar la ciudad.

¿Qué tipo de hotel cree que tiene más posibilidades de sobrevivir a la pandemia, las grandes cadenas o los hoteles familiares que son más pequeños?

Ahora mismo, yo diría que los más perjudicados son los hoteles pequeños que no están asociados a una cadena hotelera, pero la verdad es que si la situación sigue así y esto no mejora, no creo que vaya a haber diferencia entre unos y otros porque cada vez es más insostenible para todos.

¿El 2021 está siendo mejor o peor de lo que esperaban?

El 2021 está siendo un año malo, no hay turismo internacional, no hay cliente congresual, no hay turismo, ni política turística.

¿En qué medida se han sentido respaldados por las administraciones?

No nos hemos sentido respaldados por la Administración, que no ha ofrecido ayudas suficientes para un sector tan castigado como el nuestro, que tendrá una difícil y lenta recuperación. Las publicaciones de ayudas no han sido las esperadas, ni las necesarias. Solo se ha cobrado la del Plan Reactiva del Ayuntamiento, que es mínima, el resto sigue sin llegar. Las de la Junta de Andalucía para el mantenimiento del empleo han dejado además fuera a los establecimientos con más de 20 trabajadores. Y de las ayudas a nivel nacional no sabemos nada todavía, aunque la mayoría de los plazos de solicitud hace tiempo que se cumplieron. Por tanto, cuando lleguen lo harán tarde y serán insuficientes para paliar la situación.