El verano cordobés, en el que se soportan cada vez más altas temperaturas, como es el caso de este jueves, día en el que se prevé que se superen los 40 grados, no debe ser obstáculo para hacer deporte, porque una actividad física moderada proporciona salud. Así lo afirma el fisioterapeuta cordobés Antonio Jurado, que señala que para hacer deporte en días calurosos como el de hoy «hay que elegir momentos en los que la temperatura sea menos elevada, como ocurre sobre todo a primera hora de la mañana o a última de la tarde».

«Debemos evitar realizar ejercicio físico intenso o competitivo durante la noche y poco antes de acostarnos, pues podría interferir con la conciliación del sueño. Si además de dificultad para dormir se añade el calor nocturno de esta época, la calidad del descanso nocturno se deteriora y aumenta el cansancio físico y el sueño diurno, así como la tendencia al sedentarismo».

Antonio Jurado indica que las personas jóvenes sin enfermedad presentan una mayor tolerancia al ejercicio físico y a la exposición a temperaturas altas que aquellas que padecen alguna patología, en concreto dolencias respiratorias o cardiacas, que en determinadas circunstancias pueden afectar a la población general. La existencia o no de patologías previas hay que tenerlas en cuenta a la hora de hacer ejercicio, consultando para ello con el personal médico y de enfermería de referencia en atención primaria o de algún especialista si se diera el caso.

Evitar un golpe de calor

¿Por qué se pueden producir alteraciones mientras se realiza ejercicio intenso cuando hay activados avisos meteorológicos por elevadas temperaturas? Este fisioterapeuta responde que «para perder calor, la piel y los vasos sanguíneos habitualmente se dilatan y aumenta la transpiración que ayuda a disminuir la temperatura corporal, pero si nos exponemos a altas temperaturas y además se registra un aumento de la humedad en el aire, la evaporación del sudor se dificulta, circunstancia que puede elevar la temperatura corporal. Por otra parte, si la exposición al calor es duradera y se suda mucho es necesario la reposición de agua y ciertas sales. Esta desregulación hace que puedan aparecer algunas consecuencias negativas, como son dolor de cabeza y malestar general, agotamiento por calor, calambres, aumento de la temperatura corporal por encima de los 40 grados (hipertermia), o afectación renal. En definitiva, existen más posibilidades de sufrir un golpe de calor e incluso de fallecer por ello. Por tanto, hay que tener mucha precaución en estas fechas y evitar la exposición prolongada al sol y a las altas temperaturas, sobre todo si se hace ejercicio intenso, recalca este fisioterapeuta.

Si no es posible salir al exterior a hacer ejercicio en horas de menos calor, en el domicilio se puede practicar actividad física para mantener un mejor estado de salud. Antonio Jurado «aconseja levantarse cada media hora o tres cuartos de hora y andar un mínimo de 10 minutos. Hay que tener flexibilidad para aumentar la actividad física y abandonar el sedentarismo. No debemos olvidar que no moverse está relacionado con mayor riesgo de mortalidad por cualquier causa, especialmente con hipertensión y enfermedades del corazón».

«Por las altas temperaturas no podemos pasar horas sentados en casa sin movernos. Cualquier aumento en la actividad física, por ejemplo un programa diario de caminatas, es positivo y los beneficios en la salud se observan a corto plazo, como le puede ocurrir a los pacientes diabéticos. También el ejercicio físico mejora la calidad de sueño, el control de la tensión arterial y de la ansiedad, siendo este último problema muy habitual durante la pandemia, en la que se han disparado los casos de depresión y ansiedad. Sin embargo, cuando la realización del ejercicio pasa a ser moderada o intensa, para reducir el riesgo vascular conviene que la práctica sea evaluada y programada específicamente para cada persona», añade este experto.