El Gobierno no prevé cierres de oficinas en la Seguridad Social e intenta buscar fórmulas para paliar la merma de plantilla. Eso es lo que se desprende de la respuesta dada por el Gobierno al diputado socialista Antonio Hurtado, que se había interesado por la situación del INSS. El Gobierno explica que la plantilla que presta sus servicios en la Tesorería General de la Seguridad Social está integrada por 196 personas, lo que supone una reducción del 18,37% respecto a la que había en diciembre del 2016, cuando estaba compuesta por 232 empleados.

Lo primero que se recoge en la respuesta es que «no existe riesgo de cierre» de ninguno de los 13 centros de atención al cliente con que cuentan estos servicios en la provincia. En concreto se especifica que actualmente en el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) prestan sus servicios 202 empleados, de los que 192 son funcionarios y 10 personal laboral. En el INSS, la plantilla se ha incrementado en 4 personas desde el 2006. Sin embargo, como ya se ha citado, en el caso de la Tesorería sí ha producido un descenso de 232 a 196 empleados en el mismo lustro. El motivo esgrimido por el Gobierno es que la pérdida de efectivos se debe «al impacto de las jubilaciones en una plantilla envejecida y en la exigua tasa de reposición de los últimos años».

El Gobierno especifica que la edad media de la plantilla de la Seguridad Social es de 55 años (un 58% tiene más de 55) y que un 10% se va a jubilar en los próximos años, por lo que, «si no se toman medidas, la pérdida será todavía mayor. Solamente el 5% de los efectivos son menores de 40 años».

Concluye la respuesta al parlamentario indicando que «desde la Secretaría de Estado de la Seguridad Social y Pensiones se está trabajando con mucho empeño en paliar esta situación, pero su capacidad de acción es limitada, toda vez que la convocatoria de la Oferta de Empleo Púbico para dotar de más personal a estas entidades compete a otros ministerios». Por ello, señala, «se estudia la posibilidad de soluciones temporales».