El Moves cofinancia la movilidad hasta el 2023 

El plan Moves 3 de la Junta de Andalucía, publicado en el BOJA el pasado 13 de julio, financiará la movilidad sostenible a través del impulso de los vehículos enchufables y pilas de combustible, así como de los puntos de recarga. De esta forma, el Gobierno autonómico destinará un total de 67,5 millones de euros, provenientes de los fondos europeos Next Generation, a la potenciación de los vehículos eléctricos. El presupuesto se divide a partes iguales para ambas vías.

La convocatoria se pondrá en marcha desde el 20 de septiembre al 31 de diciembre del 2023 o hasta agotar los fondos. Pero podrán optar también quienes hayan adquirido un vehículo o instalado un punto tras el 9 de abril de este año. Actualmente, continúa en marcha el Moves 2, para el que se han registrado, según los datos de la Junta, 103 expedientes hasta finales de junio. El incentivo ha ascendido a 300.000 euros, con una inversión asociada de 2,3 millones de euros. Antes el Moves 1 fomentó la llegada de 117 expedientes y una inversión asociada de 4,1 millones de euros, con un incentivo cercano al millón.

El plan ofrece para puntos de recarga varias financiaciones, del 70% para particulares, autónomos y entidades públicas; del 35% para empresas y entes públicos con actividad económica; del 55% para pequeñas empresas; y del 45% para medianas. En los municipios inferiores a 5.000 habitantes se incrementaría un 10%. En el caso de vehículos eléctricos (turismos, furgonetas y camiones ligeros), para particulares, autónomos y administraciones pueden llegar a los 7.000 euros, con posibilidad de un 10% más por movilidad reducida, ser vecino de un pueblo pequeño y para taxis o VTC. Para empresas, la ayuda es de entre 1.600 y 4.000 euros; para comprar motos, hasta 1.300; y para cuadriciclos, entre 1.200 y 2.000 euros.

Punto de recarga en el parque comercial Los Patios de Azahara. A.J. GONZÁLEZ

Una red de puntos de carga enlazará toda la provincia 

El director de la Agencia Provincial de la Energía, Víctor Montoro, lo tiene claro. Una red de puntos de recarga conectará a toda la provincia gracias a la implantación de puntos de carga en cada uno de los municipios cordobeses. ¿Cómo? Mediante una estrategia que, como detalla, pasa por movilizar ayudas y establecer comunicaciones con los ayuntamientos para fomentar la instalación de, al menos, un cargador público en cada una de las localidades independientemente de su tamaño. 

La Diputación de Córdoba cerró la semana pasada una convocatoria para subvenciones de 8.000 euros en este aspecto. Según los datos de la Agencia Provincial de la Energía, se han registrado 77 solicitudes de un total de 71 ayuntamientos, ya que seis de ellos han pedido dos puntos de recarga. Como explica Montoro, esto no se contemplará hasta que cada municipio cuente con al menos uno. Teniendo en cuenta estos datos, solo hay ocho consistorios que no han concurrido a estas ayudas provinciales. Actualmente, la provincia cuenta con una decena de puntos de titularidad pública que se combinan con los privados. La mayoría están ubicados en Lucena (3) y Palma del Río (3), mientras que en Montilla hay dos y uno tanto en La Rambla como en La Carlota. Sin embargo, ese número podría multiplicarse de cara al final de año, puesto que los proyectos tienen un plazo de ejecución de tres meses. 

El impulso de la movilidad sostenible, como apunta Víctor Montoro, por una transición digital requiere del «apoyo de las administraciones a la patronal» y de la implicación de los municipios, a los que desde la Diputación instan a desarrollar planes municipales. Estas subvenciones son un primer paso, según indica Víctor Montoro, hacia la primera red pública de puntos de recarga a nivel provincial. 

La carencia de materia prima afecta a la distribución

Una falta de materias primas, como microchips, o la inflación del metal están afectando actualmente al mercado cordobés de la automoción. Pero, como explica el gerente de la Asociación Provincial de Talleres y Automoción de Córdoba (Atradeco), José Manuel Rodríguez-Carretero, este es «un problema de toda la distribución a nivel mundial». La falta de entrega de los componentes electrónicos implica una caída del primer eslabón de la cadena del sector automovilístico, que afecta al último, el de la venta, y, por tanto, a los clientes.

Como cuenta José Manuel Rodríguez-Carretero, quizás haya que observar a China para analizar la situación actual, ya que el mercado asiático resulta esencial en la adquisición de estos elementos electrónicos. Pero también hay que hablar de una inflación sobre el metal, con subidas, según precisa, del 40% en los costes. Un problema, como recuerda, que también afecta a la reparación y no solo a la distribución, así como también a otros sectores económicos. 

«Nos sentimos perjudicados», expresa el gerente de la asociación cordobesa Atradeco. Y lo peor, señala, es que no está en sus manos la solución. El representante del sector achaca este problema al reajuste de los mercados tras la pandemia de coronavirus, por lo que espera que la situación vuelva a la normalidad en unos meses.